El metro de Nueva York ha retirado su polémico robot K-5, tras poco más de cinco meses de servicio patrullando para garantizar la seguridad de la concurrida estación de Times Square por su escasa eficacia.
"El Knightscope K-5 ha completado su despliegue piloto en la red de metro de Nueva York", declaró a la AFP un portavoz de la policía sobre el dispositivo, que fue presentado a bombo y platillo en septiembre de 2023.
Con un aspecto en parte de coche inteligente y en parte de Dalek, las criaturas de la serie "Doctor Who", el dispositivo estaba equipado con varias cámaras y un botón de ayuda para los viajeros en la estación de metro más concurrida de la ciudad, que también es un importante punto turístico.
"Dije que era un cubo de basura con ruedas, pero parece que las ruedas ni siquiera funcionan", dice Albert Fox Cahn, director ejecutivo del grupo de campaña contra la tecnología de espionaje Surveillance Technology Oversight Project.
"Con los delitos graves a la baja y el alcalde ordenando recortes presupuestarios en todas las agencias de la ciudad, ¿por qué gastamos tanto dinero en estos artilugios?", se pregunta.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha situado la tecnología en el centro de su estrategia policial, ensalzando con entusiasmo las virtudes de los drones, las cámaras de reconocimiento facial y la robótica en la lucha contra la delincuencia.
En abril de 2023, la policía de la ciudad reintrodujo un perro robótico de 74.000 dólares equipado con cámaras, un sistema de comunicación bidireccional y luces para ayudar en situaciones de emergencia.
Los agentes también han adoptado Starchase, un sistema de localización por GPS que permite a la policía fijar un rastreador a los vehículos que huyen, eliminando la necesidad de arriesgadas persecuciones en coche por las calles abarrotadas de Nueva York.
"Cuando la delincuencia aumentaba en todo el país, nos decían que la vigilancia era la solución. Pero ahora la delincuencia está cayendo en picado en todo el país, incluidas las ciudades que prohibieron estos dispositivos distópicos. Si no tenemos dinero para mantener las bibliotecas abiertas , seguro que tampoco lo tenemos para comprar robots estúpidos", afirma Cahn.
Adams se refirió recientemente al descenso de la delincuencia en la ciudad, según las estadísticas oficiales, y lo atribuyó en parte a la tecnología.