El comediante Tony Hinchcliffe, calificó a Puerto Rico como una “isla flotante de basura”, lo que generó decenas de críticas y rechazo.
Durante su participación en el mitin del expresidente Donald Trump en el Madison Square Garden, manifestó: “Están pasando muchas cosas, no sé si lo sabían, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Sí, creo que se llama Puerto Rico”.
Hinchcliffe, uno de los exponentes que antecedieron el discurso de Trump frente a unos 20,000 simpatizantes en el Madison Square Garden, tenía previsto viajar a Puerto Rico esta semana y presentarse en Gala, uno de los principales centros turísticos de San Juan, y en Norbertos Piano Bar & Lounge, en la zona exclusiva de Palmas del Mar en Humacao (este), pero por su declaraciones las administraciones de ambos lugares cancelaron su acto.
Asimismo, en el ámbito político, diversas figuras han reaccionado en contra de Hinchcliffe.
Tal es el caso del gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluis, quien a través de su cuenta en la red social de X (Twitter) expreso: "Basura es lo que salió de la boca de @TonyHinchcliffe, y todos los que lo aplaudieron deberían sentirse avergonzados por faltarle el respeto a Puerto Rico".
Sostuvo que comentarios de ese tipo dejan al descubierto los prejuicios y el racismo que aún existen en esa nación, a la vez que recuerdan la importancia de escoger líderes que rechacen y luchen contra ese tipo de intolerancia.
En ese mismo orden, el presidente nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, en inglés), Roman Palomares, denunció de inmediato los comentarios y dijo en un comunicado que la campaña de Trump debió haber rechazado y condenado de inmediato las palabras del comediante.
Agregó que la tolerancia de la campaña republicana hacia el humor ofensivo, especialmente contra Puerto Rico y sus residentes, “pone de relieve un patrón inquietante de desprecio hacia la gente de la isla y sus desafíos”.