La mayor tragedia ferroviaria en la historia de Grecia -y la peor en Europa en la última década- ha dejado este jueves al menos 42 muertos y ha abierto numerosos interrogantes sobre los errores que llevaron al choque frontal de dos trenes.

El siniestro se produjo el miércoles poco antes de la medianoche, hora local (22.00 GMT), cuando dos trenes -uno de pasajeros con 342 pasajeros y 10 empleados ferroviarios y otro de carga con dos maquinistas- chocaron al norte de Larisa, en Grecia central.

Al menos 57 personas siguen hospitalizadas, seis de ellas en cuidados intensivos. Muchas de las víctimas eran jóvenes universitarios que regresaban a Salónica tras un puente festivo.

Las autoridades han pedido a familiares de los viajeros que den pruebas de ADN ya que muchos de los cuerpos recuperados se encuentran tan mal que no pueden ser identificados de otra forma.

Familiares de los jóvenes que viajaban en el tren han acudido al hospital de Larisa con fotografías porque sus parientes no figuran ni entre los muertos ni entre los heridos.

Tampoco hay una lista oficial de desaparecidos y mientras algunos medios griegos señalan que podrían ser decenas, otros recuerdan que muchos supervivientes se trasladaron por sus propios medios hasta Salónica sin notificarlo.

Las imágenes del lugar del siniestro muestran la violencia del choque, con los primeros vagones de ambos convoyes convertidos en un amasijo de metales calcinados.

"Las imágenes que vi apenas bajé del vagón fueron increíbles, trágicas. Vi llamas por todas partes, pedazos de metal de los vagones se habían derretido y mucha gente perdió la vida. No tuvieron tiempo de salir", dijo un pasajero a la agencia estatal griega AMNA.

Dimite el ministro de transporte

El ministro de Infraestructura y Transporte, Kostas Karamanlís, dimitió reconociendo que sus "esfuerzos" para mejorar una infraestructura ferroviaria "que no se corresponde con el siglo XXI" no fueron suficientes para evitar el accidente.

También ha renunciado de su cargo el director general del estatal Organismo de Ferrocarriles de Grecia (OSE), Jristos Vinis, del que depende la infraestructura ferroviaria del país, incluidos los sistemas de seguridad.

"Fue un error humano"

Pese a estas renuncias y el reconocimiento de la mala situación de las infraestructuras, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, señaló en un mensaje que "la tragedia, desafortunadamente, se debe sobre todo a un error humano".

El jefe de Gobierno conservador declaró tres días de luto y prometió que "se depurarán responsabilidades" y se formará una comisión especial de expertos para investigar los hechos.

El jefe de la estación de Larissa, la ciudad no lejos de donde se produjo la tragedia, ha sido detenido y, según la prensa local, reconoció que cometió un error cuando el tren de pasajeros hizo una parada en Larisa y lo situó en la misma vía en la que viajaba en dirección opuesta el tren de carga.

El hombre de 59 años se presentará ante el fiscal de esta ciudad mañana y según la prensa local se le imputará por homicidio involuntario y otros delitos que pueden acarrear penas de 10 años de prisión hasta cadena perpetua.

Infraestructura deteriorada

El presidente del sindicato de maquinistas, Kostas Geridunias, denunció en la televisión pública de ERT el estado de deterioro en el que se encuentra la infraestructura ferroviaria del país.

"Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Salónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo", señaló.

Por estas razones, los conductores dependen casi por completo de las informaciones que reciben de los jefes de las estaciones pertinentes, recalcó Geridunias.

Algunos medios ya habían señalado que el sistema de guía electrónica de los carriles no funcionaba, por lo que se dejaba que el personal decidiera en algunos tramos sobre qué vía debían seguir los trenes.

Los expertos también critican que no hubiera un sistema automatizado que alertara de que dos trenes circulaban hacia un choque frontal en la misma vía.

Los ferrocarriles de Grecia, Hellenic Train, están operados por la compañía estatal italiana Ferrovie dello Stato Italiane.

El tren de pasajeros cubría la ruta Atenas-Salónica, mientras que el tren comercial, que probablemente transportaba chapas metálicas, cubría la ruta Salónica-Atenas.

Imputan al jefe de estación de Larisa

La fiscalía de Larisa ha imputado al jefe de la estación de trenes de esta ciudad griega por “homicidio negligente” y otros delitos penados con entre diez años de cárcel y cadena perpetua.

Al acusado, de 59 años, se le imputa la presunta comisión de “homicidio negligente” en serie y provocar lesiones corporales, además de un delito grave por la perturbación de la seguridad del tráfico de transporte con el resultado de la muerte de varias personas.

Según los medios griegos, el empleado ferroviario admitió ya el miércoles, después de ser detenido, su responsabilidad en el error que situó un tren de pasajeros con 342 pasajeros y 10 tripulantes en la misma vía en la que venía de frente un tren de carga con dos maquinistas.

Hasta el momento se han podido recuperar los cadáveres de 47 personas entre los restos de los ferrocarriles.

Tras la imputación, el abogado del jefe de estación, Stéfanos Patzartzidis, señaló que su cliente “está devastado a nivel humano” y que “ha asumido la responsabilidad dentro del marco que le corresponde”.

En este contexto, recalcó que "hay muchas responsabilidades que tienen que asumirse” por otras personas también.

El acusado decidió no testificar hoy y solicitó una prórroga para hacerlo el próximo sábado, que le fue concedida.

Según los medios griegos, que citan fuentes policiales, el funcionario admitió ayer que puso el tren en la vía equivocada, que no entendió su error y se dio cuenta de lo que había hecho solo cuando se enteró del accidente.

El sindicato de trabajadores ferroviarios ha convocado un paro de 24 horas este jueves para protestar por la situación del sector, denunciando la falta de sistemas de seguridad, como la señalización y la guía electrónica, que podrían evitar este tipo de accidentes.

Los ferrocarriles de Grecia, Hellenic Train, están operados por la compañía estatal italiana Ferrovie dello Stato Italiane. Sin embargo, todas la demás infraestructuras – incluidos los sistemas de seguridad – dependen del estatal Organismo de Ferrocarriles de Grecia (OSE).