Al menos 200 candidatos a diputado renunciaron hasta este martes a la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, en plenos esfuerzos de la coalición de izquierdas y del oficialismo para impedir una mayoría absoluta de la extrema derecha.
Pese al mensaje de Attal, la alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron se muestra dividida sobre esta estrategia de construir un "frente republicano" contra la extrema derecha, junto a la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP).
Esta estrategia se traduce en que cada bloque retirará a sus candidatos con menos posibilidades de ganar a la extrema derecha en la segunda vuelta, cuando se clasificaron además dos candidatos "republicanos", y concentrar así el voto.
Los franceses escogen a 577 diputados en sendas circunscripciones con un sistema mayoritario a dos vueltas. El pasado domingo, la alta participación y la dispersión del voto abrió el camino a más de 300 balotajes con tres candidatos o más.
Según un recuento de la AFP, 118 candidatos del NFP se retiraron, así como 78 de la alianza de Macron, tres del partido de derecha Los Republicanos (LR) y una candidata independiente. El plazo para confirmar las candidaturas finaliza a las 18H00 (16H00 GMT).
Sin embargo, algunos miembros de la alianza oficialista rechazaron retirarse al considerar que La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), que forma parte del NFP junto a socialistas, ecologistas y comunistas, es tan peligrosa como la extrema derecha.
"Dejar los dos extremos frente a frente es muy peligroso", había escrito el lunes en la red social X el actual ministro de Ruralidad, Dominique Faure, quien finalmente retiró su candidatura el martes a "pedido" de Macron y de Attal.
El candidato ultraderechista a primer ministro, Jordan Bardella, denunció "alianzas de deshonor" y pidió a los electores una mayoría absoluta "frente a la amenaza existencial para la nación francesa" que representa a su juicio la coalición de izquierdas.
– ¿Hacía una "gran coalición"? –
Ante la imposibilidad de que alguno de los otros bloques logre la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional (cámara baja), si el RN no lo consigue, la idea de una "gran coalición" comienza a surgir en el debate público en la segunda economía de la Unión Europea.
El líder de LFI, Manuel Bompard, rechazó este martes participar en una eventual gran coalición con la alianza de Macron y llamó a su gobierno a derogar la impopular reforma de las pensiones aprobada en 2023 si quiere "dar un paso" hacia la izquierda.
La Agrupación Nacional y sus aliados ganaron la primera vuelta de las legislativas el 30 de junio con un tercio de los votos, seguido del NFP, con un 28%, y de la coalición oficialista, con un 20%.
La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la Liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi, sumaría un nuevo país en la UE gobernado por esta tendencia, como Italia.
Aliados de Francia como España, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos, y rivales como Rusia aseguraron que siguen de cerca las elecciones, que podrían obligar a Macron, cuyo mandato termina en 2027, a compartir el poder con un gobierno de otro color político.
Esto podría debilitar su política de apoyo a Ucrania. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercano a la Rusia de Vladimir Putin, asegura que apoya a Kiev, subraya a su vez que quiere evitar una escalada con Moscú.
Marine Le Pen advirtió este martes contra un "golpe de Estado administrativo" por parte de Macron que, frente a una eventual cohabitación, estudiaría realizar esta semana varios nombramientos en la administración, por ejemplo de responsables policiales. (Toni CERDÀ)