La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que apoye con "carácter urgente" la solicitud de Haití para transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMSS) en una operación de mantenimiento de la paz bajo un mandato de la ONU.

El Consejo Permanente de la OEA aprobó el miércoles por unanimidad una resolución en respuesta a una petición de apoyo a esa idea planteada por el Consejo Presidencial de Transición (CPT) de Haití, un órgano creado este año para hacer frente a la crisis que vive el país caribeño en todos los órdenes y preparar el terreno para unas elecciones democráticas.

"La resolución que presentamos trasciende los intereses de una sola nación, simboliza cohesión y las responsabilidades colectivas de los estados de la región para acompañar a Haití, en el recorrido hacia la paz y la gobernanza institucional", declaró Gandy Thomas, embajador de Haití en la OEA.

El objetivo de Haití con el cambio de la MMSS, que inició su andadura este año liderada por Kenia, por una Operación de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas, es "brindar un apoyo más sostenible a la estabilidad y seguridad a largo plazo, al Estado de Derecho y a la gobernabilidad democrática en Haití".

El Consejo Permanente de la OEA reconoce en el texto "el apoyo financiero, técnico y logístico" que algunos miembros brindan a la MMSS e insta a los demás a "sumarse a los esfuerzos para alcanzar el pleno despliegue del personal" de dicho contingente y a "continuar coordinando las contribuciones en especie y materiales a través de los mecanismos existentes, incluido el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas y el Grupo Internacional de Coordinación de Seguridad".

Reconoce así mismo los aportes de los socios regionales e internacionales a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití y destaca la importancia de apoyar los esfuerzos de la Policía Nacional haitiana para "restablecer la ley y el orden, a fin de permitir el retorno a la gobernabilidad democrática en el país".

La resolución concluye reafirmando "el compromiso de la OEA de apoyar a Haití a lo largo de este período, y abogar por recursos y atención adicionales para la reconstrucción social y económica de Haití, con énfasis en la construcción de la paz, la gobernabilidad democrática, la estabilidad política y el desarrollo sostenible".

Esta semana el CPT destituyó a Garry Conille como primer ministro de Haití y nombró en su reemplazo a Alix Didier Fils-Aimé, quien este miércoles renovó su compromiso de hacer todo lo posible "para garantizar la seguridad de las vidas, de los bienes y de todas las infraestructuras, tanto privadas como públicas".

Fils-Aimé hablaba así de los ataques perpetrados el lunes por bandas armadas contra aviones comerciales de aerolíneas estadounidenses, que ha llevado a EE.UU. a prohibir los vuelos a Haití durante 30 días.

"Ante esta grave situación, el jefe del Gobierno ha dado instrucciones formales a las fuerzas del orden, que han reaccionado rápidamente para recuperar el control del aeropuerto (de Puerto Príncipe) y sus alrededores", dijo Fils-Aimé a través de un comunicado.

Las bandas armadas que tratan de hacerse con el poder en Haití y que esta semana han lanzado una nueva ola de violencia han causado la muerte de casi 5.000 personas en los primeros nueve meses de 2024, según cifras de la ONU.

Según las cifras publicadas el miércoles por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la violencia de las bandas armadas que comenzó el pasado lunes ha desplazado ya a un total de 4.372 personas, de las cuales 3.586 en Puerto Príncipe, 488 en Tabarre y 298 en Delmas.

Miles de desplazados en Haití huyen de la violencia de las bandas armadas

PUERTO PRINCIPE (HAITÍ), 11/11/2024.- Personas caminan por una calle este lunes en Puerto Príncipe (Haití). Las actividades comerciales y educativos en el área metropolitana de Puerto Príncipe, la capital de Haití, están paralizadas este lunes, tras el anuncio de jornadas de terror por parte de bandas armadas pertenecientes a la coalición Vivre Ensemble (Vivir Juntos), liderada por el expolicía Jimmy Cherizier, alias 'Barbecue'. EFE / Johnson Sabin
Miles de personas que viven en las zonas de Solino, Nazon y Christ-Roi, en el corazón de Puerto Príncipe, han abandonado sus hogares huyendo del avance de las bandas armadas hacia nuevos territorios, ante la indiferencia de las autoridades y pese a la presencia de la Fuerza Multinacional de Apoyo a la Seguridad, que lidera Kenia.

"Están muy cerca" los pandilleros, dijo a periodistas entre lágrimas una mujer, que no sabe desde la mañana de este jueves del paradero de sus hijos, los cuales, al igual que ella, huyeron de las bandas, que desde el lunes aterrorizan la capital haitiana, lo que ha dejado ya varios muertos, según distintos medios.

El pasado domingo el líder de Vivre Ensemble, el expolicía Jimmy Cherizier alias 'Barbecue', anunció un recrudecimiento de la violencia y pidió a la población no salir de sus casas si no era necesario, lo que ha llevado a la paralización de las actividades en la capital del empobrecido Haití.

Entre el lunes y este jueves, varias personas han muerto, ya sea a manos de las propias bandas o en enfrentamientos entre bandas armadas, según medios locales.

El pánico reina en los distintos barrios cercanos a las zonas ya bajo control de las pandillas, que el pasado lunes tirotearon dos aviones comerciales estadounidenses, lo que llevó al cierre del aeropuerto internacional Toussaint Louverture, el principal del país, y a la suspensión de vuelos por parte de varias compañías.

EFE pudo observar este jueves hombres, mujeres y sobre todo niños con maletas a la espalda, o al menos bolsas en la cabeza, huyendo de sus barrios amenazados por las bandas, intentando salvar lo que podían. Unas pocas personas pudieron desplazarse, llevándoselo todo consigo.

Miles de personas se han refugiado en Bourdon, en los locales de la Oficina de Protección del Ciudadano, que albergaba desde hacía varios meses a estudiantes de la Facultad de Derecho y Economía de Puerto Príncipe, cuando fue desalojada por las bandas.

Se trata del enésimo espacio público invadido por desplazados que huyen de las atrocidades de las bandas armadas pertenecientes a la coalición de alias Barbecue.

Solo entre julio y septiembre pasado al menos 1.223 personas murieron y 522 resultaron heridas como consecuencia de la violencia y la lucha contra las bandas, según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh).

A ello se suman las 3.900 víctimas entre muertos y heridos en el primer semestre del año, después de que 2023 cerrara con unas 8.000 víctimas.

Haití tenía, hasta septiembre pasado, 702.973 desplazados internos, según cifras oficiales de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y es muy probable que estas cifras aumenten con el recrudecimiento de la violencia de las bandas.