Los muertos en la Franja de Gaza superaron este lunes los 37.600, tras una de las jornadas más mortíferas este fin de semana con más de un centenar de fallecidos, y a la espera de que la vaga estimación temporal lanzada ayer por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se cumpla.
"La etapa de alta intensidad de la guerra va a terminar", dijo el mandatario en una r ara entrevista a medios locales para el programa Los Patriotas del derechista Canal 14. "Esto sucederá muy pronto", añadió.
Este lunes, en un tono similar, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, dijo se está acercando al momento en el que Israel podrá anunciar el desmantelamiento de la Brigada de Hamás en Rafah como "unidad de combate", tras más de un mes y medio de intensos ataques aéreos y presencia terrestre en este área meridional.
"Claramente nos acercamos al punto en el que podremos decir que hemos desmantelado la Brigada de Rafah, que no está derrotada en el sentido de que no quedan más terroristas, sino en el sentido de que ya no puede funcionar como una unidad de combate", dijo Halevi tras una visita anoche de evaluación a Rafah.
Desde Washington, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, se reunió con Amos Hochstein, asesor de la Casa Blanca, para tratar los pormenores de la denominada transición a la 'Fase C' de la guerra, centrada en la "nueva realidad de seguridad" que debería instaurarse una vez se den por concluidos los combates.
Según advirtió Gallant a Hochstein, esta tercera fase de la guerra en Gaza -tras una primera de ataques aéreos y una segunda de incursiones terrestres- "tendrá un impacto en todos los sectores" e Israel se estaría preparando "para todas las posibilidades, militares y políticas".
Una de las mayores incógnitas continúa siendo, una vez amengüen el fuego y las masacres en la Franja, si el grupo chií libanés Hizbulá también detendrá sus ataques en la frontera norte de Israel, y si este último parará a sus vez los bombardeos contra civiles y miembros de la milicia, respaldada por Irán.
Desde hace días, fuentes castrenses citadas por la prensa hebrea auguran al menos entre tres y cuatro semanas para terminar con los dos batallones de Hamás que, se estima, quedan intactos en Rafah, la parte más meridional del enclave palestino. Se desconoce qué pasara después en esa supuesta tercera fase de la guerra.
Ataque contra una clínica
En la Franja, al menos tres palestinos murieron esta tarde en un nuevo bombardeo contra el campamento de refugiados de Al Shati, en la devastada norteña ciudad de Gaza, mientras que otros 8, entre ellos al menos un niño, murieron en un ataque de cazas israelíes contra el este de Jan Yunis (sur), informaron a EFE fuentes palestinas.
Según el Ministerio de Sanidad gazatí, del Gobierno de Hamás, estas muertes se suman a otras 28 en las últimas 24 horas, tras una noche de intensos bombardeos, sobre todo en el centro y norte de la Franja, donde el bombardeo de una clínica mató anoche a dos palestinos, entre ellos el director de los servicios de ambulancias y emergencias de Gaza, Hani Al Jaafarawi.
"La amenaza israelí ignora todas las convenciones y tratados internacionales", criticó Sanidad en un comunicado al dar a conocer la muerte de Al Jaafarawi.
Además, la crisis humanitaria sigue agravándose, con un 96 % de las mujeres y niños de entre 6 a 23 meses de edad incapaces de cumplir con sus necesidades nutricionales por una falta extrema de diversidad en la dieta, dijo hoy la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En total, las autoridades estiman que unos 3.500 niños están en riesgo de muerte por desnutrición y falta de alimentos, según el Gobierno gazatí, y que unos 3.000 pacientes -de todas las edades- que sufren enfermedades diversas requieren tratamiento en el extranjero.
En esta guerra ya han muerto más de 15.800 niños gazatíes, según el registro de Sanidad, de los que una treintena lo han hecho por inanición y desnutrición.
A ellos hay que añadir, según la ONG Save the Children, unos 21.000 niños que se encuentran en paradero desconocido en Gaza, muchos de ellos atrapados bajo los escombros, presumiblemente muertos, en fosas comunes sin identificar o sobreviviendo sin adultos.
"Es casi imposible recopilar y verificar información en las condiciones actuales de Gaza", indica la organización en un informe publicado hoy, pero estima que unos 17.000 niños están en estos momentos solos, huérfanos o separados de sus padres, ante los constantes desplazamientos forzosos.