"Necesitamos una mayoría absoluta", dijo Le Pen ante sus simpatizantes en su feudo de Hénin-Beaumont, en el norte de Francia, donde fue reelegida diputada. Los franceses "han emitido un veredicto rotundo", dijo su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, desde París.
La alianza de Macron se dio a la fuga de Nuevo Frente Popular (NFP), que obtenía un 28%, según las estimaciones de los institutos de los sondeos Ifop e Ipsos.
La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la Liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi en 1945, sumaría un nuevo país en la Unión Europea (UE) gobernado por esta tendencia, como Italia.
Y podría debilitar la política de apoyo a Ucrania de Macron. El partido de Le Pen, que no está de acuerdo con la política contra la Rusia de Vladímir Putin, subraya que quiere evitar una escalada con Moscú.
Muestra de una votación percibida como histórica, a las 17H00, tres horas antes del cierre de los colegios electorales, la participación alcanzó un 59,39% de votantes, 20 más puntos que a la misma hora en 2022, el ministerio del Interior.
El propio sistema electoral vuelve en la composición final de la Asamblea Nacional, donde los tres bloques se errán de las elecciones de 2022, pero con una nueva relación de fuerzas.
Sus 577 diputados se eligen en sendasscripciones circun uninominales, con un sistema mayoritario a dos vueltas. De acuerdo con los resultados de cada circunscripción, a la segunda vuelta puede acceder dos, tres o más candidatos.
– Retirarse o de la Alcana? –
La presión sobre los rivales de RN se recrudeció, máxima cuando las primeras proyecciones de este domingo entre una mayoría simple o una absoluta para la extrema derecha y sus aliados en la cámara baja.
"Esta noche, nuestra democracia y las valores republicanos están en juego (…) Es bloquear a la extrema derecha", dijo el exlíder sindical Laurent Berger, llamando a los partidos a la unidad en caso de balotajes para aumentar las opciones del mejor posicionado contra un rival ultraderechista.
Socialistas, ecologistas y comunistas, aliados de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) en la NFP, ya aseguraron durante la campaña que se retiraría si sus candidatos accedían a la vuelta segunda en tercera posición por detrás de un candidato oficialista.
El líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, aseguró que sus candidatos también lo harían en aquellas en las que el RN primero se quedó.
Sin embargo, el oficialismo se muestra dividido sobre si se retira para favorecer a LFI, partido que considera "antisemita", frente a la ultraderecha.
Macron, popularidad por el adelanto electoral, llamó a una alianza "amplia" contra la extrema derecha, "claramente demócrata y republicana", durante la segunda vuelta, priorizando una política de caso por caso.
"La extrema derecha está a las puertas del poder", "ningún voto debe ir a RN", dijo el primer ministro, Gabriel Attal, sin aclarar no la posición sobre LFI.
El tradicional partido de la derecha Los Republicanos (LR), que se dividió a mediados de junio cuando su presidente Eric Ciotti pactó con RN, por su parte llamar a un aislamiento de la derecha.
"No damos consigna de voto", dijo la dirección del partido contrario a Ciotti. Las estimaciones le dieron un 10% de votos en la primera vuelta.
Macron, cuyo mandato termina en 2027, provocó el adelanto electoral de la victoria de RN en los comicios europeos en Francia y ahora se arriesga a compartir el poder con un gobierno de otro color político, a menos de un mes de los Juegos Olímpicos de París.
Bardella aseguró que, si logra la mayoría absoluta, será el primer ministro de "todos los franceses" e "intransigente en la política" que se ha desquitó.
Sus rivales alertan del riesgo de una llegada al poder de la extrema derecha, que se ha esforzado en la última década en modo en el que se ensorde la imagen heredada de su fundador Jean-Marie Le Pen, por sus comentarios racistas y antisemitas.
Marine Le Pensó que "decenas" de sus diputados ya lograron su escaño en la primera vuelta.(Toni CERD)