Degustar la bebida mexicana de tequila es una experiencia sensorial que invita no solo a probar este destilado de la planta del agave originaria del occidental estado mexicano de Jalisco, sino a dejarse seducir por las historias y el conocimiento de los expertos catadores.
Agave cocido, vainilla, canela, cítricos, frutos rojos, madera. La explosión de olores y sabores que puede contener una copa de tequila es tan vasta como el paisaje de esta especie que dan vida a la bebida pòr excelencia en la región. Probar esta bebida nunca será igual, aunque lo haga la misma persona. Cada botella de tequila tiene detrás sabores y olores distintos de acuerdo a la manera en cómo haya sido cultivado y procesado el agave.
Además, el estado de ánimo de cada persona influye en la manera en que percibe, explicó a Efe la experta catadora Grisel Vargas. “Cada marca tiene sus características como visuales, olfativas y de sabor, y cada uno de nosotros tiene distintas habilidades y distintas memorias, no es lo mismo si yo he vivido solo en México a si he vivido en siete lugares distintos, porque los olores que llegan son diferentes, vas teniendo esa memoria y la vas reflejando en lo que vas tomando”, explicó.
Vargas es experta catadora, es decir, que no solo se dedica a ser sumiller o catadora de esta bebida, sino que también conoce a la perfección los procesos, la legislación y los entresijos de esta industria a la que llegó hace 14 años. Lejos de lo que se pudiera pensar, la vida de una catadora no transcurre solo tomando tequila sino también recorriendo los campos de agave, estudiando la legislación o conociendo las nuevas propuestas de marcas.
Su conocimiento y su capacidad olfativa hace que las catas de tequila sean no solo una experiencia enfocada en el gusto sino también en incentivar la curiosidad por saber más de esta bebida espirituosa que le ha dado fama a México. “Si es una cata con amigos, a veces te das el lujo de lo que te gusta, pero tratamos de ser los más neutrales porque lo que queremos es que la gente conozca toda la variedad del tequila, porque hablamos de un producto que no solo se puede tomar solo sino que puede hacer un cóctel, maridar con comida y jugar mucho con él”, indicó.
Además de ayudar a asesorar y crear los perfiles de tequila para diversas marcas, colabora con la Cámara Nacional de la Industria del Tequila en la promoción de este destilado y fue una de las impulsoras de la instauración del Día Nacional del Tequila que se conmemora este 19 de marzo.
Una experiencia llena de sensaciones
El tequila no solo se degusta, sino también se huele, se toca y se observa. Involucrar los cinco sentidos hace que catar esta bebida sea una experiencia más completa e inolvidable, expresó a Efe el catador Jorge Torres.
“Es una pasión por poder degustar un tequila, por tener esa esencia en la boca, poder transformarla y compartirla. Cuando cuentas algo que te sucedió es una experiencia y cuando la compartes se transforma en vivencia, si te la cuento y vibras con eso para mí es lo más importante. Catar significa probar, pero hacemos maridajes vivenciales que es involucrar las experiencias, los sentidos, para llevarlo a un máximo nivel”, dijo.
Junto con la catadora Diana Aldana Barajas, este experto atiende a los turistas en el llamado Castillo de Tequila, donde además de conocer el proceso de elaboración llevan a los asistentes de la mano por el mundo de olores y sabores que conlleva un trago de tequila. Torres aseguró que hacer una cata es como degustar por primera vez el tequila pues tanto la bebida como quienes participan en ella nunca son los mismos ni perciben igual lo que prueban.
“Siempre es distinto, procuramos innovar por lo menos en un proceso. Los bocadillos son distintos y aunque la marca sea la misma, la combinación y los momentos (de cada cata) son diferentes. El tequila puedo tocarlo, percibirlo, lo puedo escuchar y al final degustarlo, y eso nos lleva a lugares que no planeamos”, aseguró. Aldana Barajas nació en la región que da el nombre al tequila y desde niña aprendió a oler y a sentir el ambiente alrededor de las haciendas tequileras. Con el tiempo se convirtió en una promotora de esta bebida y en la pasión que despierta en los consumidores.
“Cada grupo y cada persona que entra a compartir contigo ese momento es muy especial, hay personas que viven la cata de una manera muy vivencial con todos sus sentimientos y nos comparten sus experiencias, no solo se trata de tomar por tomar sino hacerlo de una manera consciente, responsable y disfrutando”, indicó. De acuerdo con el Consejo Regulador del Tequila esta industria produjo 527 millones de litros en 2021, 40,9 % más que en 2020, mientras que en el primer mes de este año generó 41 millones de litros.
La mayor parte del tequila producido en 2021, es decir, 338 millones de litros, fue exportado tanto a granel (99 millones de litros) como envasado (239 millones de litros) mayoritariamente a Estados Unidos, aunque también ha consolidado su presencia en el mercado de Alemania, Colombia, España y Canadá. EFE