El Ejército de Israel lanzó este sábado una serie de ataques por tierra y aire contra posiciones de Hizbulá en Líbano, en respuesta al lanzamiento por parte del grupo chií libanés de más de sesenta proyectiles contra un centro de inteligencia de las fuerzas israelíes.

En un comunicado, el Ejército israelí informó que también fueron atacadas desde el sur de Líbano las zonas de Metula y Margaliot en el norte de Israel, además de Meron, donde tiene uno de sus principales centros de inteligencia.

"En respuesta, un dron de la Fuerza Aérea israelí atacó una célula terrorista responsable de lanzamientos hacia la zona de Metula", destacó.

Además, la aviación y fuerzas terrestres israelíes lanzaron ataques contra objetivos de Hizbulá como puestos de lanzamiento de proyectiles, posiciones militares e infraestructura del grupo chií en varias zonas del sur de Líbano como Ayta ash Shab, Yaroun y Ramyeh, según el comunicado.

Hizbulá confirmó haber lanzado 62 proyectiles contra uno de los principales centros de inteligencia en el norte de Israel, en su primera respuesta al asesinato el martes del número dos del movimiento islamista palestino Hamás, Saleh al Arouri, a las afueras de Beirut en un bombardeo atribuido a Israel.

El secretario general de Hizbulá, Hasán Nasrala, advirtió el viernes de que "no pasaría sin respuesta" el bombardeo del que Israel no ha asumido la autoría oficialmente.

Israel se encuentra en un "estado de alerta muy alto" en su frontera con Líbano, dijo el viernes el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari.

La frontera israelí-libanesa vive su mayor tensión desde la guerra entre Hizbulá e Israel en 2006, a raíz de un recrudecimiento de las agresiones por parte de milicias propalestinas al día siguiente del estallido de la guerra entre el grupo islamista Hamás e Israel en Gaza el pasado 7 de octubre.

Las hostilidades se han incrementado aún más tras el bombardeo que el martes mató en Beirut a Saleh Al Arouri, jefe adjunto de Hamás, en una acción atribuida a Israel, que no reconoció ni negó la operación.

Desde el comienzo de las hostilidades en la zona se registraron al menos 177 muertos: 13 en Israel -9 soldados y 4 civiles- y 164 en el Líbano, incluidos 127 miembros de Hizbulá, 16 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 20 civiles -entre ellos tres periodistas y tres niños-.

Israel ha desplegado más de 200.000 soldados en su frontera norte, donde la violencia también ha provocado el desplazamiento de miles de habitantes, con unas 80.000 personas evacuadas de comunidades del norte de Israel y más de 70.000 que han huido del sur del Líbano.

UE llama a evitar guerra en el Líbano tras el ataque de Israel

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El humo se eleva sobre la aldea de Khiam, en la frontera sur del Líbano, luego del bombardeo israelí el 6 de enero de 2024, en medio de batallas en curso entre Israel y militantes palestinos de Hamás en la Franja de Gaza. (Foto de Karim DAHER / AFP)

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, llamó este sábado en Beirut a evitar una guerra en el Líbano y a buscar una salida alternativa a través de los canales diplomáticos, en medio de un nuevo pico de tensión tras el asesinato del número dos de Hamás, Saleh al Arouri."Estoy aquí mientras vemos una preocupante intensificación del intercambio de fuego a través de la Línea Azul, en la frontera entre el Líbano e Israel. Creo que se puede prevenir una guerra, tiene que evitarse y la diplomacia puede prevalecer para buscar una solución mejor", afirmó en una rueda de prensa en la capital libanesa.

Los temores a que el Líbano se convierta en un nuevo frente de la guerra de Gaza se volvieron a disparar esta semana, después de que un bombardeo atribuido a Israel matara a Al Arouri y a otras seis personas a las afueras de Beirut.

Esta misma mañana, el grupo chií libanés Hizbulá respondió a ese ataque lanzando más de 60 proyectiles contra un centro de inteligencia israelí, a punto de cumplirse tres meses de intenso fuego cruzado entre la formación armada y el Estado judío.

Borrell alertó de que es "absolutamente necesario" evitar que el Líbano sea "arrastrado a un conflicto regional" y consideró que eso es "lo último" que necesita la nación.

"Nadie ganará con un conflicto regional, estoy aquí para explorar la situación y contribuir a una salida de la crisis (…) Los canales diplomáticos tienen que permanecer abiertos para enviar una señal de que la guerra no es la única opción, es la peor opción", insistió.

El político español compareció ante los medios junto al ministro libanés de Exteriores, Abadalá Bou Habib, con quien previamente había mantenido un encuentro en el marco de su visita oficial al Líbano.

Según el ministro libanés, durante el encuentro analizaron la necesidad de evitar una guerra que tendría "terribles consecuencias a nivel regional e internacional", y sobre la idea de que "la única solución política que pondrá fin al conflicto en Oriente Medio es el final del conflicto palestino".

"Reafirmo enérgicamente que la paz es esencial para el Líbano, que todos los libaneses están sujetos a la paz. El Gobierno libanés está buscando activamente desescalar y los libaneses están practicando el autocontrol", defendió Bou Habib durante la rueda de prensa.

El jefe de la diplomacia europea también se reunió esta mañana con el comandante de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL), Aroldo Lázaro, y con el primer ministro libanés, Najib Mikati, como parte de sus esfuerzos para evitar una mayor escalada en la región.

Los colonos que ocupan territorios palestinos temen a Hezbolá

Chen Amit rechaza regresar a su kibutz, en la frontera con Líbano, ante el temor a que milicianos del movimiento libanés Hezbolá penetren en Israel y secuestren a personas, como hizo el grupo palestino Hamás el 7 de octubre en el sur del país.Los combatientes del partido chiita libanés "están entrenados y tienen planes" de ataque similares contra el norte del país, señala el entrenador deportivo de 38 años, convencido.Amit dejó su kibutz de Dafna después del 7 de octubre, el día en que combatientes del grupo islamista Hamás lanzaron un inédito ataque en el sur de Israel, que dejó cerca de 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes.

Junto a otros grupos armados, capturaron también a unas 250 personas y los llevaron a Gaza. Unos cien fueron liberados durante una tregua a finales de noviembre.

En respuesta al ataque, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre que ya dejó más de 22.000 muertos en el estrecho territorio palestino, en su mayoría mujeres y menores, según el Ministerio de Salud de Gaza, gobernado por Hamás desde 2007.

– "Acción militar" –

Pero el conflicto también multiplicó las tensiones en lo que los israelíes llaman el "frente norte" con Líbano. Desde el comienzo de la guerra, los intercambios de disparos entre el ejército israelí y los combatientes de Hezbolá, aliado de Hamás, son casi diarios.

Las autoridades israelíes ya han evacuado a decenas de miles de personas de la zona. Entre ellos Amit y sus vecinos de Dafna, que aguardan en el pueblo de HaOn, situado en la orilla sureste del lago Tiberíades, a unos 60 km de su kibutz.

El miedo de Amit no deja de aumentar desde el martes, cuando un bombardeo atribuido a Israel mató al número dos de Hamás, Saleh Al Aruri, en el sur de Beirut.

"Sabemos que habrá actos" de represalias por parte de Hezbolá, señala.

"Hezbolá es más fuerte que Hamás", continúa. Por eso, insiste, "es necesario que haya una acción militar" para frenarlo.

Tampoco se imagina regresar a Dafna Lior Blum, un profesor de inglés de 45 años. "Al menos que el problema con Hezbolá se resuelva a nuestro favor", dice el hombre, que fue evacuado junto a su mujer y sus tres hijos.

"Si ya no hay fuerzas de Hezbolá" a lo largo de la frontera "ya no habrá amenaza directa para nosotros", explica a orillas del lago.

"Lo que pasó en el sur el 7 de octubre nos hizo entender que no podemos vivir lo mismo aquí, en el norte", subraya.

– "Una parte de nosotros" –

AFP pudo visitar el kibutz fundado en 1939 bajo supervisión del ejército israelí.

No hay nadie en las calles desde hace casi tres meses, salvo algunos gatos que pasean de vez en cuando y soldados que patrullan la zona.

El portavoz de Dafna, Arik Yaacovi, insiste en que la única condición para que regresen los habitantes es que "la situación sea segura".

"Sí, tenemos miedo", admite Etsy Rave, de 76 años, junto a su marido Uzi, de 81, en el pueblo de HaOn.

Ambos son hijos de los fundadores del Dafna. "El kibutz es una parte de nosotros", apunta Etsy.

(CON INFORMACIONES DE LAS AGENCIAS EFE Y AFP)