Dos médicos franceses, que estuvieron varias semanas en el hospital europeo de Gaza, relatan su experiencia, operando en condiciones "terribles", con escasez de antisépticos y entre pacientes gritando de dolor.
"Estamos ante una situación indescriptible, injustificable", estimó este médico francés.
La guerra en la Franja de Gaza estalló tras el ataque sin precedentes el 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamás en el sur de Israel, en el que murieron al menos 1.160 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes.
La operación militar israelí lanzada como represalia en el enclave palestino ha dejado hasta ahora más de 31.800 muertos, sobre todos civiles, según el ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás.
"La cirugía se realiza en condiciones terribles porque la gente no puede lavarse correctamente", advirtió André.
– Muertes "evitables" –
Otra de las dificultades es que numerosas personas desplazadas por los combates se han refugiado "en los pasillos, las salas de espera, en las escaleras" e incluso en "ascensores" del hospital, dijo Benboutrif.
"Vi en reanimación a pacientes entubados por la boca, con ventilación y que tenían los ojos abiertos porque no había suficiente hipnótico", recordó el doctor André.
Muchos camiones con ayuda humanitaria están bloqueados en la frontera con Egipto.
Israel controla el acceso de la ayuda terrestre al enclave, que entra con cuentasgotas y es insuficiente para las necesidades de los 2,4 millones de habitantes, al borde de la hambruna según la ONU.
André explicó que algunos pacientes "gritaban porque no había anestésicos" y que los tenían que enfermedades de larga duración no tenían medicamentos.
En febrero vio a una joven madre morir "porque no tuvo acceso al tratamiento para su diabetes". Son muertes "totalmente evitables" y "de las que no se habla, que no están contabilizadas", lamentó.
Además de los heridos por bombardeos, el doctor Benboutrif dijo que habían llegado a las urgencias "muchas víctimas de francotiradores".
"Está claro que disparaban a los niños. Estaba bien dirigido, bien calculado", comentó el médico, hablando del caso de una niña de 11 años que quedó tetrapléjica tras haber recibido un disparo en las cervicales. (Fanny KYRIAKIDES)