Muy al estilo de su programa de entrevistas, Winfrey comenzó preguntándole a Harris sobre la repentina oportunidad que se le presentó de ser nominada tras el retiro de la candidatura del presidente Joe Biden a la reelección.
"Todos tenemos esos momentos en nuestras vidas en los que debes dar un paso adelante", respondió la demócrata, de 59 años, en el escenario de Míchigan, uno de los siete estados indecisos clave que podrían decidir la elección del 5 de noviembre.
Harris tocó puntos clave de campaña como el aborto, la economía y la migración, conforme respondía preguntas benevolentes de Winfrey.
Las elecciones en Estados Unidos están prácticamente empatadas a 47 días de los comicios, mientras Harris y Trump intentan arrebatar voto a voto en los estados más indecisos.
Una encuesta de The New York Times y Siena le da a Harris una ligera ventaja en Pensilvania, quizás el más crucial de todos los estados denominados "bisagra". Sin embargo, el mismo sondeo la puso cabeza a cabeza con Trump a nivel nacional.
En contraste con el espectáculo de espaldarazos, Trump adoptó un tono más acostumbrado en un evento antisemita en Washington y acusó a Harris de no respaldar a Israel después de los ataques del 7 de octubre por parte del grupo islamista palestino Hamás.
"Más que cualquier otro pueblo en la Tierra, creo que Israel tiene que derrotarla (a Harris)", dijo Trump.
"Cualquier persona judía que vote por ella(…) debería examinarse la cabeza", criticó. El tema puede tornarse decisivo de cara a las elecciones.
El movimiento estadounidense "Uncommitted" (No comprometido), que se opone al apoyo militar y político del gobierno actual a la guerra de Israel en Gaza, anunció el jueves que no respaldaría a Harris en las elecciones.
La enorme comunidad árabe-estadounidense también amenaza el estrecho margen de Harris en Míchigan. (Saul Loeb con Danny Kemp en Washington)