La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha aceptado debatir con el candidato republicano, el expresidente Donald Trump, el próximo 10 de septiembre, fecha en el que estaba programado el segundo cara a cara entre el magnate y el presidente del país, Joe Biden, antes de que decidiera retirarse de la carrera hacia la Carrera Blanca.

Además, Harris ha acusado a Trump de dar "marcha atrás" tras aceptar el debate si la vicepresidenta acaba siendo nominada oficialmente en la Convención Demócrata que se celebrará el próximo 19 de agosto en Chicago, si bien ya ha recabado los apoyos necesarios para que esto ocurra.

"Trump aceptó un debate el 10 de septiembre. Ahora parece que está dando marcha atrás. Los votantes merecen ver la pantalla dividida que existe en un escenario de debate. Estoy lista. Hagámoslo", ha expresado Harris.

Hace unos días, el candidato republicano se mostró "dispuesto a hacer más de un debate" debido a la "importancia" de participar en este tipo de iniciativas.

El debate entre Trump y Biden fue el detonante de que los demócratas comenzasen a presionar al mandatario para que dejase paso a otro candidato, lo que el gobernante finalmente hizo.