El antiguo sacerdote diocesano defensor de la teología de la liberación Edgard Parrales, quien a sus 79 años es el "preso político" más anciano en Nicaragua, fue condenado este jueves a ocho años de prisión y a pagar una multa económica, informó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
La jueza Nadia Camila Tardencilla Rodríguez, titular del Juzgado Segundo de Distrito Penal de Managua, condenó al exsacerdote a cinco años de prisión por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y a tres años por propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación.
Además, le impuso una multa de 500 días de trabajo, equivalente a cerca de 1.000 dólares, y lo mantuvo la prisión domiciliaria, indicó el Cenidh, que dio seguimiento al caso, a través de una declaración.
De acuerdo con la sentencia, Parrales, que en su día apoyó la revolución sandinista, cumplirá la condena hasta noviembre de 2029, mes en que cumplirá 87 años de edad.
El exsacerdote, que fue embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y ministro de Bienestar Social durante el primer régimen sandinista (1979-1990), que también encabezó el actual presidente Daniel Ortega, fue declarado culpable la semana pasada por esos delitos considerados como "traición a la patria".
Parrales, que se encuentra privado de la libertad desde el 22 de noviembre de 2021 y en detención domiciliar desde el 26 de febrero pasado, fue declarado culpable por la jueza Tardencilla Rodríguez, hija del exguerrillero, exdiputado y último embajador de Nicaragua ante la OEA, Orlando Tardencilla.
"Ortega es el reponsable de la tragedia en Nicaragua"
Según el Cenidh, Parrales "declaró como testigo en causa propia", en la que "demostró su inocencia y señaló con toda autoridad moral, que el responsable de la tragedia en Nicaragua es Daniel Ortega".
Asimismo, ese organismo informó que el abogado de defensor de Parrales hará "especiales gestiones para actualizar" su situación de salud, la cual, según ese organismo, "es preocupante".
"Su condición de salud es preocupante. Es responsabilidad del Estado y sus agentes garantizar la salud y vida de los reos bajo su custodia", remarcó.
El exsacerdote fue arrestado en noviembre pasado luego de brindar una entrevista a un canal de televisión local, en la que analizó la decisión de Nicaragua de denunciar la Carta de la OEA, el documento fundacional de 1948, en la que solicitó su salida de ese organismo tras rechazar la legitimidad de las elecciones en el país centroamericano.
Parrales, quien tiene padecimientos de salud crónicos, por la falta de intestino grueso y una hernia en el estómago, fue enviado a régimen de arresto domiciliario el 26 de febrero pasado tras la muerte, bajo custodia policial, del exguerrillero histórico sandinista Hugo Torres por causas aún desconocidas.
Gobierno los tildó de "hijos de perras"
La detención de Parrales ocurrió en medio de una ola de arrestos en el marco de las elecciones presidenciales del 7 de noviembre, que llevaron a la cárcel a más de 60 líderes opositores, críticos de Ortega y profesionales independientes, incluyendo a siete disidentes que aspiraban a competir por la Presidencia.
De los 68 nicaragüenses detenidos durante 2021, principalmente entre mayo y noviembre pasados, al menos 55 han sido condenados a penas entre 7 y 13 años de cárcel, incluido el exsacerdote.
Parrales es el único religioso que continúa con vida de los cuatro sacerdotes que el papa Juan Pablo II suspendió "a divinis" en 1984, junto con el poeta trapense Ernesto Cardenal, el educador Fernando Cardenal y el excanciller sandinista Miguel D’Escoto, por adscribirse a la Teoría de la Liberación, suspensión que fue levantada en 2014.
El presidente Ortega ha tildado a los opositores encarcelados y juzgados de "traidores a la patria", "criminales" e "hijos de perra de los imperialistas yanquis".