El líder conservador Alberto Núñez Feijóo perdió este miércoles la primera de sus opciones para convertirse en presidente del Gobierno español, como era de esperar, pues la afrontaba sin haber logrado sumar suficientes apoyos.
El presidente del Partido Popular (PP), la fuerza más votada en las elecciones de julio en España, se quedó a cuatro votos de la mayoría absoluta que necesitaba para ser investido presidente.
"El viernes tenemos que volver a votar", sentenció Núñez Feijóo mientras abandonaba el Congreso de los Diputados español tras perder esta primera votación.
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Como establece la Constitución española, dentro de 48 horas tendrá una segunda oportunidad, para la que ya solo necesita mayoría simple, es decir, más síes que noes.
Algo que igualmente se aventura complicado después de perder la primera con 172 votos a favor y 178 en contra.
El PP cuenta con el apoyo de sus 137 representantes en la Cámara baja del Parlamento español donde se decide la investidura, más los 33 del ultraderechista Vox y dos de formaciones regionalistas.
Pero tiene en contra al segundo partido más votado, el socialista PSOE del presidente del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, con 121 diputados, y la formación de izquierda Sumar más nacionalistas e independentistas catalanes, vascos y gallegos de distinto signo político, que alcanzan esos 178 votos.
Desde que hace más de un mes fue propuesto por el jefe de Estado, el rey Felipe VI, como candidato a la investidura, al ser el ganador de los comicios, el líder conservador no ha conseguido sumar el respaldo de alguna de esas fuerzas, ni siquiera las de derecha.
Si fracasa también el viernes, el rey deberá abrir una nueva ronda de consultas entre los grupos parlamentarios para proponer otro candidato.
Lo que daría la oportunidad a Sánchez, que argumenta que suma más apoyos e insiste en que la candidatura de los conservadores está condenada a fracasar.
Aunque algunos de quienes dieron en agosto sus votos para que los socialistas se hicieran con la presidencia del Congreso ya le advirtieron entonces que Sánchez no los tendría garantizados si opta a la investidura.
Si en dos meses ningún candidato logra ser investido, pues el 27 de noviembre es la fecha tope, España se vería abocada a nuevas elecciones, que deberían celebrarse el próximo 14 de enero.
Cataluña de fondo
El debate en el que Núñez Feijóo se sometió a su primer intento de investidura estuvo plagado de alusiones a Cataluña, pues el líder conservador centró su discurso en reafirmar que si es presidente, no habrá ni amnistía para procesados por la declaración unilateral de independencia de 2017 en esta región española ni un referéndum de autodeterminación pactado con el Estado español.
El candidato a presidente esgrimió esa determinación mientras acusaba a Sánchez de estar dispuesto a todo, incluso a ceder a esas demandas de los independentistas, con tal de seguir en el poder, al que llegó en 2018.
Aunque para ello necesitaría el apoyo de formaciones como Junts, del expresidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont, huido de la Justicia española tras aquel intento independentista, quien advierte de que la amnistía es una condición previa para darle sus votos y un primer paso hacia esa consulta.
Núñez Feijóo no tuvo la réplica del presidente en funciones durante el debate, pues los socialistas optaron porque interviniera uno de sus diputados, Oscar Puente, hasta ahora sin apenas protagonismo en el ámbito nacional de la política española, ante la ira de los conservadores.
Núñez Feijóo, de 62 años, que fue presidente del Gobierno regional de Galicia de 2009 a 2022 antes de dar el salto a la política nacional española, es el tercer candidato del PP que se somete a una investidura, tras José María Aznar (1996-2004) y Mariano Rajoy (2011-2018), que sí fueron investidos presidentes.
Luis Ángel Reglero