Familiares de más de 200 opositores de Nicaragua considerados “presos políticos” llamaron este miércoles a la comunidad internacional a ser “más beligerantes” en la defensa de los derechos humanos en el país, y advirtieron que la “impunidad” del presidente Daniel Ortega podría alimentar el autoritarismo en América.

“Hacemos un llamado a la comunidad internacional, a ser más beligerantes en la defensa de las libertades y los derechos en Nicaragua, porque la impunidad de Ortega es un caldo de cultivo para el surgimiento del autoritarismo en todo el continente”, destacaron los familiares, en un comunicado.

El llamado se da en el contexto de la crisis nicaragüense que inició en 2018, cuando el Gobierno ejecutó ataques armados contra manifestaciones antigubernamentales que dejaron cientos de presos, muertos y heridos.

El presidente Ortega, quien sostiene que se defendió de un supuesto intento de “golpe de Estado”, se ha referido a los convictos como “hijos de perra de imperialistas yanquis”.

De acuerdo con los familiares, los más de 200 “presos políticos”, reconocidos por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sufren violaciones a sus derechos de forma constante en al menos cinco centros penitenciarios y una cárcel policial de Nicaragua.

“43 de nuestros familiares llevan más de 1.000 días en la cárcel privados de su libertad sólo por haber levantado su voz en contra de los abusos del régimen y demandar libertad, democracia y justicia por los crímenes cometidos desde 2018, siendo sometidos a torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes de forma permanente”, indicaron los parientes.

LLAMAN AL PAPA FRANCISCO Y “PAÍSES AMIGOS”

En su pronunciamiento, los familiares de los convictos exhortaron al papa Francisco a acompañar su "demanda y exigir el cese de la represión, que esta vez se ha extendido a miembros de la Iglesia Católica, encarcelando a un obispo y miembros del clero, obligando al exilio a otros sacerdotes, y persiguiendo a los católicos del país que se oponen al autoritarismo”.

Además, hicieron especial llamado a “los países amigos que han demostrado compromiso con la lucha por la democracia y la libertad de los nicaragüenses, como los Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, países del Cono Sur, etcétera, para reforzar la presión, a fin de lograr el restablecimiento de las libertades democráticas”.

Asimismo, arremetieron contra el Ejército de Nicaragua, al que señalaron de “actuar en complicidad con policías y paramilitares” en “las masacres perpetuadas”.

“Un fuerte golpe a las finanzas del Instituto de Previsión Social Militar los obligaría a repensar su alianza con la dictadura” sostuvieron.

La crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua es la mayor desde los años 80 del siglo pasado, también con Ortega en la silla presidencial.

La situación se agudizó en las elecciones de noviembre pasado, cuando Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron reelegidos como presidente y vicepresidenta, con siete de sus rivales en prisión y dos en el exilio.