El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue llevado este miércoles a la Corte Suprema de Justicia en Tegucigalpa para su primera declaración, luego de su arresto el martes en su residencia ante una solicitud con fines de extradición hecha el lunes por Estados Unidos.
El exgobernante es acusado por tres delitos asociados al narcotráfico.
Hernández llegó a la sede del poder Judicial bajo rigurosas medidas de seguridad de la Policía Nacional, que no permitieron el acceso de la prensa.
En las afueras de la Corte Suprema de Justicia, decenas de activistas del Partido Nacional, bajo cuya bandera Hernández gobernó durante ocho años, los últimos cuatro de manera irregular porque se reeligió en 2017, aún cuando la Constitución de la República no lo permite bajo ninguna modalidad, le expresaban su apoyo y solidaridad.
"Juan Orlando Hernández estamos contigo" y "Estamos apoyando a Juan Orlando y su familia", se leía en algunas pancartas que portaban los seguidores del exmandatario, que llegó sin esposas en sus manos y pies a la sede del Supremo.
Antes de que se iniciara la audiencia, un grupo de activistas del ahora gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), que llegaron en motocicletas, que al parecer querían enfrentarse contra los del Partido Nacional, fueron bloqueados por agentes de la Policía Nacional.
Palos, botellas y piedras fueron lanzados por algunos de los manifestantes de Libre y de los seguidores de Hernández, en una confrontación que duró unos diez minutos.