La imagen, de poco menos de dos metros de altura, representa el escritorio de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, sobre la que apareció excremento durante el asalto.
Una placa en la base de la estatua explica, irónicamente, que la obra busca rendir homenaje a "los valientes hombres y mujeres que irrumpieron en el Capitolio para saquear, orinar y defecar en esos salones sagrados con el fin de anular unas elecciones".
"El presidente Trump celebra a estos héroes del 6 de enero como patriotas increíbles y guerreros. Este monumento se erige como testimonio de su audaz sacrificio y su legado duradero", añade.
En el escritorio hay un letrero con el nombre de Pelosi, dado que la oficina de la entonces presidenta de la Cámara Baja fue uno de los objetivos de la turba trumpista.
Tras el asalto, en el que murieron cinco personas, algunos trabajadores del Congreso denunciaron que los vándalos habían rociado orina en los pasillos y restregado excrementos por las paredes.
El monumento fue colocado durante la mañana de este jueves en la Explanada Nacional de la capital estadounidense, frente al Capitolio, y, según el portal Washingtonian, cuenta con la autorización del Servicio de Parques Nacionales.
Su aparición ocurre cuando faltan 12 días para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en las que Trump se enfrentará a la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris.
El próximo martes, Harris dará un simbólico mitin de campaña en el Elipse de la Explanada Nacional, misma ubicación donde Trump pronunció un discurso ante sus simpatizantes minutos antes de que atacaran el edificio del Congreso.