El primer ministro de Haití, Garry Conille, renovó este jueves su compromiso de organizar elecciones en noviembre de 2025, durante una declaración con motivo de sus 100 primeros días de mandato, y cuando el secretario del Departamento de Estado de EEUU, Antony Blinken, conversó con el secretario general de la ONU, António Guterres, sobre la posibilidad de convertir la misión de seguridad multinacional para Haití en una misión de paz de Naciones Unidas.

"No tengo ninguna duda de que juntos seremos capaces de restablecer la seguridad. Ayudaremos a los desplazados a regresar a sus hogares. Reactivaremos nuestra economía. Haremos los cambios necesarios en nuestra Constitución. Y, por último, celebraremos elecciones el año que viene y habrá un nuevo gobierno el 7 de febrero de 2026″, prometió Conille.

En su opinión, "las elecciones de noviembre de 2025 y la toma de posesión de un gobierno electo en 2026 serán pasos cruciales para empezar a construir una nación más fuerte y, sin duda, más resistente".

No obstante, alertó de que el camino estará sembrado de obstáculos y las reformas necesarias requerirán trabajo duro y sacrificio por parte de todos, por lo que habrá que dar muestras de una gran capacidad de resistencia.

Con la vista puesta en esos comicios, el Gobierno ha publicado un decreto en el que nombra a los miembros del Consejo Electoral Provisional (CEP) y fija el mandato de esa instancia, que estará integrada por nueve personas.

Schnaida Adely será la representante de las Comunidades Vudu, Patrick Saint-Hilaire de la Conferencia Episcopal Haitiana, Peterson Pierre-Louis de las Religiones Reformadas, Marie Florence Mathieu del Consejo Universitario, Jacques Desrosiers de las Asociaciones de Periodistas, Jaccéus Joseph de las Asociaciones de Campesinos y Nemrod Sanon de los Sindicatos, a falta de los miembros designados por parte de las Organizaciones de Derechos Humanos y las Asociaciones de Derechos de la Mujer.

Grave situación y colapso institucional

"Es imperativo que comprendamos la gravedad de la situación actual de nuestro país" y que no se subestime, junto a la violencia de los grupos armados y el deterioro de la situación económica, social, humanitaria y de seguridad, declaró Conille.

Para el primer ministro, "en la última década Haití ha sufrido un colapso total de sus instituciones. Nuestras estructuras estatales están en ruinas, desprovistas de los recursos que necesitan para funcionar. Las administraciones públicas están infradotadas de personal y de fondos, lo que hace imposible aplicar las políticas y los programas indispensables para responder a las necesidades de la población".

Además, afirmó, la corrupción es prácticamente generalizada y la violencia ha devastado las instituciones, a lo que se suma la falta de un liderazgo estable que ha llevado a una parálisis total del gobierno, privando a los ciudadanos de los servicios básicos.

Tras alertar de que el área metropolitana de Haití es comparable a la de países sumidos en grandes crisis humanitarias como Somalia o Sudán, Conille resaltó: "Sin embargo, no ha sido la guerra civil lo que nos ha traído hasta aquí, sino la inestabilidad política crónica, la corrupción y, desde luego, la irresponsabilidad de una minoría que ha mantenido como rehén a todo un pueblo".

A su juicio, los retos a los que se enfrenta Haití "no se van a resolver mañana o sin un compromiso masivo y recursos adicionales". Por el contrario, se necesitará tiempo, solidaridad, paciencia, coraje y una determinación inquebrantable.

"El sufrimiento del pueblo haitiano -indicó- se ha prolongado durante demasiado tiempo. Para millones de nosotros, la pobreza se ha convertido en una realidad de generación en generación" y, por ello, "tenemos que hacerlo mejor; para los niños que no pueden ir a la escuela, debemos hacerlo mejor; para las familias que viven con miedo, debemos hacerlo mejor. Cada día cuenta para aliviar a quienes luchan por sobrevivir. Y tenemos la obligación moral de cambiar su realidad".

US$120 millones para elecciones y revisar la Constitución

Haití precisa de unos 120 millones de dólares para organizar la celebración de elecciones generales, así como para revisar la Constitución y llevar a cabo las reformas necesarias al texto constitucional, informó Conille.

"Hemos estimado que necesitaremos cerca de 120 millones de dólares para financiar el proceso, pero estamos bastante seguros de que podremos movilizar esos recursos", dijo en su discurso.

"Gracias al apoyo de gobiernos y socios, hemos creado un fondo común para financiar las elecciones. En Haití hemos aportado más de un tercio de la cantidad que se necesitará para garantizar la revisión de la Constitución y avanzar decididamente" hacia la celebración de comicios, agregó el primer ministro.

Respecto a las votaciones, Conille advirtió de que la violencia de las bandas armadas, en particular en los departamentos del Oeste (donde está la capital del país, Puerto Príncipe) y Artibonito, representa un obstáculo importante para unas elecciones libres y justas.

Por ello, quiere instaurar en el país un clima de seguridad que permita la celebración de un referéndum sobre la Constitución y de elecciones en 2025, tras lo cual habría un nuevo Parlamento y un presidente que debería jurar su cargo el 7 de febrero de 2026, fecha en la que tradicionalmente son las tomas de posesión en Haití.

"Estamos dando todos los pasos necesarios para que esto pueda suceder", aseguró Conille, quien dijo al respecto que el Consejo Presidencial de Transición ya ha creado el Consejo Electoral Provisional (CEP) y se ha nombrado a siete de sus nueve miembros en representación de los diferentes sectores de la sociedad.

"Sí, buscaremos socios, pero ante todo es nuestra responsabilidad llevar a cabo las elecciones. Y vamos a proveernos de los medios para hacerlo", resaltó Conille.

Detalló que en estos primeros 100 días el Gobierno ha desembolsado 700 millones de gourdes (algo más de 5 millones de dólares), que se añadirán a los fondos ya disponibles para garantizar que "el Estado haitiano asuma sus responsabilidades".

Además, el Ejecutivo asegura que está movilizando a expertos para que acompañen al CEP, con el fin de garantizar que no falte de nada en términos de asistencia técnica y de cualquier otro tipo de apoyo necesario para la celebración de elecciones.

Blinken y Guterres hablan convertir misión multinacional en una de la ONU

El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha conversado este jueves con el secretario general de la ONU, António Guterres, sobre la posibilidad de convertir la misión de seguridad multinacional para Haití y liderada por Kenia en una misión de paz de Naciones Unidas con el objetivo de asegurar un apoyo "sostenible" en materia de seguridad.

"(Blinken y Guterres) han discutido sobre la posibilidad de transformar la misión de seguridad en una misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas para garantizar que el pueblo haitiano reciba un apoyo sostenible en materia de seguridad", reza un comunicado del portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

El jefe de la diplomacia estadounidense también le ha comentado su visita al país caribeño a principios de septiembre, cuando pudo examinar los progresos realizados en el apoyo a la Policía de Haití en su lucha contra la violencia de las bandas y en el restablecimiento de la seguridad para el pueblo haitiano.

Blinken también ha agradecido a Guterres su liderazgo respecto a Haití a tan solo unos días del comienzo de la 79 sesión de la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU.

Por otro lado, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, ha informado de que Guterres ha "tomado nota" del nombramiento de siete de los nueve miembros del Consejo Electoral Provisional en Haití anunciado en la víspera por parte del Gobierno de transición del país de cara a la celebración de las primeras elecciones en una década, ya que los comicios están previstos para 2026 y los últimos se celebraron en 2016.

Haití no tiene presidente desde que a principios de julio de 2021 un grupo de sujetos armados irrumpiera en su residencia oficial para asesinarlo. Poco después, Ariel Henry ascendió al puesto de primer ministro entre críticas y tras varios años de inestabilidad. En marzo de este año presentó su dimisión tras la oleada de violencia que ha sacudido la nación caribeña.

Desde entonces, se ha establecido un Consejo Presidencial de Transición de Haití, liderado por el que fuera máximo representante del Senado haitiano entre 1995 y 2000, Edgard Leblanc. Este ha elegido al ex primer ministro Garry Conille (2011-2012) como nuevo jefe de Gobierno de transición. El objetivo es cubrir temporalmente el vacío político en una etapa que debería concluir con la celebración de elecciones.