El papa Francisco animó este sábado a la sociedad de Europa a "permanecer abierta al mundo" y a defender principios como la fraternidad en medio de una "ola populista", en un mensaje a los asistentes al Foro Europeo Alpbach.

"Cuando pienso en Europa, pienso sobre todo al continente de los derechos humanos", sostuvo el pontífice en su misiva a este foro que reúne en Austria a jóvenes europeos y de todo el mundo para tratar temas como la política, la economía, la sociedad civil o la ciencia.

Francisco afirmó que el continente europeo "actualmente está viviendo un tiempo de crisis que implica peligros y oportunidades".

"Un tiempo en el que los varios movimientos populistas gozan de una gran popularidad. Las razones de estos residen principalmente en factores económicos y políticos", consideró.

Y denunció: "Vemos por lo tanto que en Europa, a raíz de esta 'ola' populista, algunos ideales se han desvanecido y algún principio, relativo al comportamiento con los miembros más débiles de la sociedad, ha sido puesto en segundo plano".

Estos ideales y principios, como los de la dignidad humana y de la fraternidad, "siempre estuvieron en el Evangelio" y, por ello, animó a los cristianos europeos a aportar en la sociedad "la riqueza de la doctrina social de la Iglesia" y su "universalidad".

"Hoy vivimos en una sociedad secularizada pero esto no debe sorprender y asustar porque sabemos bien que Dios también está ahí", afirmó.

Francisco consideró que también la Unión Europea, desde su fundación, tiene rasgos universales y expresó su deseo de que "no los pierda".

"En este sentido es particularmente importante el aspecto de la fraternidad, del que deriva que las sociedades en Europa están llamadas a encontrar modos y medios para reducir la polarización en su interior y permanecer abiertas al mundo que las rodea", emplazó.

El pontífice argentino se despidió animando a los participantes del foro a ser "testigos contagiosos de los ideales europeos".