El 19 % de los ciudadanos de Estados Unidos tiene algún familiar que ha muerto por un arma de fuego, incluidos los suicidios, reveló este martes una encuesta de la ONG Kaiser Family Fundation.
El estudio se dio a conocer un día después de que un hombre perpetrara un tiroteo en un banco de Louisville (Kentucky), matando a cinco personas e hiriendo a otras ocho.
El 21 % de los encuestados dijo haber sido amenazado alguna vez con un arma, mientras que el 17 % ha presenciado cómo le disparaban a alguien, el 4 % confesó haber utilizado un arma en defensa propia y otro 4 % ha resultado herido en algún tiroteo.
En total, cerca de la mitad de los estadounidense, un 54 %, ha tenido alguna de estas experiencias con un arma de fuego, detalló el sondeo de la ONG.
El estudio también revela que la violencia armada en Estados Unidos impacta especialmente a la población afroamericana, ya que el 34 % de las personas negras tienen un familiar muerto por un arma, el doble que la población hispana (18 %) y la blanca (17 %).
El 62 % de los afroamericanos y de los hispanos consideran además la violencia armada en el país como una amenaza o una preocupación primordial, mientras que en el caso de los blancos es el 45 %.
El debate político sobre la posesión de armas, un derecho consagrado en la Constitución de Estados Unidos, se reactiva cada vez que ocurre en el país un grave tiroteo.
El pasado 27 de marzo, un ataque en una escuela de Nashville (Tennessee) dejó tres niños y tres profesores muertos.
Tras los recientes tiroteos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha insistido en el que el Congreso debe prohibir la venta de rifles de asalto, utilizados en muchas de estas masacres
Según Gun Violence Archive (GVA), un proyecto sin ánimo de lucro que sigue la violencia armada en Estados Unidos, en lo que va de 2023 se han registrado 10.566 incidentes con armas de fuego, entre lo que se incluyen desde tiroteos masivos hasta suicidios.
GVA define como tiroteo masivo aquel que tiene al menos cuatro víctimas, sean muertos o heridos, sin incluir al autor del ataque si es que ha fallecido o sufrido lesiones durante el suceso.