La crisis entre EE.UU. y Rusia escaló este jueves un paso más con la expulsión por parte de las autoridades rusas del "número dos" de la embajada estadounidense en Moscú y las renovadas advertencias de Washington de que la invasión rusa a Ucrania podría ocurrir "en días".
Una apreciación que hizo el presidente estadounidense, Joe Biden, en una frenética mañana de creciente agresividad retórica y gestos diplomáticos, que comenzó con el anuncio por parte de EE.UU. de un cambio de planes en la agenda del secretario de Estado, Antony Blinken, para participar en el Consejo de Seguridad de la ONU.
A la vez, el Departamento de Estado anunciaba la expulsión por parte de Rusia del "número dos" de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, Bart Gorman, en una medida considerada como "no provocada".
EE.UU. estudia ya una respuesta a esta acción que considera un paso más en la "escalada" de tensiones bilaterales en medio de la crisis por la concentración militar rusa en la frontera con Ucrania.
En el avión de Blinken, uno de los funcionarios estadounidenses indicó a los periodistas que lo acompañan que la decisión de parar en Nueva York se debe a que se "enfrenta quizá el momento más peligroso para la paz y la seguridad desde el fin de la Guerra Fría".
"Ahora, más que nunca, es fundamental" que EE.UU. y Rusia tengan "el personal diplomático necesario para facilitar la comunicación", agregó esta fuente.
Biden vuelve a hablar de una invasión de Rusia a Ucrania
Al cruce de advertencias en esta volátil situación se sumó Biden, al insistir desde la Casa Blanca que la amenaza de invasión de Ucrania por parte de Rusia es "muy alta" y apuntar a la posibilidad de que se produzca en "unos días".
En declaraciones antes de desplazarse al estado de Ohio, el mandatario señaló que Rusia "no ha movido sus tropas hacia fuera, las está moviendo hacia dentro" y recalcó que Estados Unidos tiene razones para pensar que Moscú prepara una operación de "bandera falsa" (para buscar un pretexto para entrar en territorio ucraniano).
No obstante, también contestó con un "sí" a la pregunta de si aún es posible una vía diplomática y señaló que por eso envió a Blinken a la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, para que expusiera esa opción.
Gran despliegue diplomático de EEUU
Prueba de la complejidad del panorama, este fin de semana estarán en Europa, además de Blinken, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, así como la vicepresidenta, Kamala Harris, que también participará en la Conferencia de Seguridad de Múnich entre el 18 y el 20 de enero.
Allí, Harris se reunirá con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski y se asegurará de que EE.UU. está "completamente alineado" con sus aliados ante una eventual invasión rusa de Ucrania.
Tanto EE.UU. como la OTAN han advertido a Rusia de graves consecuencias en el caso de que se lance a una nueva invasión militar de Ucrania, como la que ocurrió en 2014.
La vicepresidenta estadounidense se verá, asimismo, con otros líderes políticos, como el canciller alemán, Olaf Scholz, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y celebrará una reunión multilateral con los dirigentes de Estonia, Letonia y Lituania, según informó un alto cargo de la Casa Blanca en una llamada con periodistas.
El Gobierno de Estados Unidos advirtió este miércoles que Rusia concentra cada vez más militares en su frontera con Ucrania, lo que contradice el anuncio de Moscú de que ha retirado a varias unidades militares, y denunció las "falsas narrativas" lanzadas por el Ejecutivo ruso.
En los últimos días, EE.UU. ha incrementado sus estimaciones de militares rusos concentrados cerca de Ucrania hasta los 150.000 efectivos, frente a los 100.000 de hace unas semanas, e insiste en que podría atacar el país vecino "en cualquier momento". (Alfonso Fernández)