El Gobierno de Ecuador ha declarado este martes 'persona non grata' al embajador de Argentina, Gabriel Fuks, después de la fuga de la exministra ecuatoriana María de los Ángeles Duarte, que se encontraba en la legación diplomática en Quito bajo asilo después de ser condenada por corrupción.

Así lo ha confirmado en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Ecuador, detallando que si bien no se han roto las relaciones con Argentina, la medida es necesaria porque "no se puede recuperar la confianza" en Fuks.

"En relación a las circunstancias que rodean el nuevo desacato a decisiones de la Justicia ecuatoriana por parte de la señora Maria Duarte, sentenciada por la comisión de actos de corrupción, el Ministerio de Exteriores del Ecuador ha concluido que se han violado la confianza mutua y la buena fe que deben imperar en la relación entre los Estados", se lee en la misiva del Ejecutivo ecuatoriano.

La diplomacia de Ecuador ha amparado su decisión en el articulo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, y ha reiterado su "firme compromiso" en actuar "conforme los principios del Derecho Internacional".

Un día antes, el Gobierno de Ecuador comunicó que la exministra de Transportes del Gobierno de Rafael Correa (2007-2017) había huido de la Embajada de Argentina en Quito, donde se encontraba bajo asilo tras ser condenada por corrupción.

La madrugada de este martes, el ministro de Exteriores argentino, Santiago Cafiero, comunicó a su homólogo ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, que Duarte se había escapado de la Embajada argentina en Quito, la capital de Ecuador, "sin conocimiento del personal", según informaciones del diario 'El Comercio'.

Por su parte, la Policía de Ecuador ha activado los protocolos de búsqueda y captura de la exministra condenada, según reza un comunicado del Ministerio. Duarte, que se desempeñó como ministra de Inclusión Económica y Social (2009-2010), Transporte y Obras Públicas (2010-2013) y Desarrollo Urbano y Vivienda (2015-2017) durante el mandato del expresidente Rafael Correa, fue condenada a ocho años de prisión por el delito de cohecho en el marco del caso 'Sobornos 2012-2016′.

La Fiscalía ha asegurado que, como ministra de Transporte, formó parte de una estructura de corrupción que recaudó dinero a cambio de contratos estatales. Tras conocerse la sentencia en su contra, la propia Duarte declaró que estaba siendo "perseguida".

Poco después de su huida, Duarte ha matizado en un comunicado difundido a través de redes sociales que el Gobierno ecuatoriano la había convertido en un "rehén" y que, por lo tanto, decidió abandonar la Embajada. "Tuve que salir bajo riesgo, pero ejercí el derecho que me asistía", ha sostenido.

Así, ha agradecido a Argentina el "cobijo" otorgado ante la "persecución" de los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso.

"Decidí dejar la Embajada porque al negarme el salvoconducto que me correspondía como asilada política, de acuerdo con la convención de Caracas de 1954, e impedir mi salida segura, el Gobierno ecuatoriano me convirtió en su rehén política", ha explicado antes de citar a Martin Luther King: "La injusticia, en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes".

Se fugó a Venezuela

El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, comentó que este martes Fuks le dio información distinta y supuestamente contradictoria a la proporcionada en la noche del lunes, cuando el canciller argentino, Santiago Cafiero, le informó que Duarte había abandonado la residencia del embajador, aparentemente sin previo aviso.

Sin embargo, este martes por la mañana le señalaron que Duarte se encontraba en la Embajada de Argentina en Caracas, tras haber dejado la residencia de Quito entre el viernes o el sábado.

Holguín también señaló que hasta ahora la misión diplomática de Argentina no ha entregado documentos y material solicitado por el Gobierno ecuatoriano como las grabaciones de las cámaras de seguridad que permitirían esclarecer las circunstancias de la salida de Duarte de la residencia de la misión diplomática argentina.

El canciller consideró que el arribo de Duarte a Caracas es "una mala noticia para la lucha contra la corrupción e impunidad" y reiteró que la exministra no es una perseguida política, ya que su condena por corrupción se dio en 2020, antes de que llegara al poder el actual Gobierno.

CASO EN LA CIDH

Asimismo, detalló que la solicitud de asilo de Duarte a Argentina no se fundamentaba en la condena de ocho años de prisión por cohecho, sino por los vínculos con el padre de su hijo, de nacionalidad argentina y que "supuestamente se encontraba en Argentina".

En ese sentido, aseguró que algunos argumentos utilizados en la solicitud no han sido ciertos, y así lo ha trasladado el Gobierno de Ecuador a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que el Ejecutivo argentino recurrió tras la negativa ecuatoriana a otorgar el salvoconducto a Duarte.

Duarte fue condenada en 2020 junto a Correa a 8 años de cárcel por cohecho como parte del caso "Sobornos 2012-2016″, una trama de financiación irregular del entonces movimiento oficialista Alianza País, liderado por el expresidente Correa, con aportes indebidos de empresas que no fueron declarados.

La exfuncionaria, que ocupó la cartera de Obras Públicas entre el 19 de febrero de 2015 y el 6 de enero de 2017, se considera una perseguida política y niega los cargos en su contra, por lo que se refugió en la Embajada de Argentina en Quito junto a su hijo menor de edad desde el 20 de agosto de 2020, donde estuvo hasta hace pocos días.

Argentina pide retiro embajador ecuatoriano

Argentina solicitó el retiro del embajador ecuatoriano en el país, a raíz de la expulsión del diplomático argentino, Gabriel Fuks, en Quito, en cuya sede estaba refugiada una ministra del expresidente Rafael Correa (2007- 2017) condenada por corrupción.

“Lamentando la incomprensible decisión del Gobierno ecuatoriano de solicitar el retiro de Ecuador del embajador Gabriel Fuks, se ha decidido adoptar por nuestra parte la misma situación con respecto al embajador ecuatoriano en Argentina”, indicó un comunicado de la Cancillería argentina.

Argentina tomó con “sorpresa” y “tristeza” la decisión del Gobierno de Guillermo Lasso, por el “desacuerdo” de brindar un salvoconducto a Buenos Aires a la exministra Duarte.

“Más allá de las diferencias puestas de manifiesto tras el pedido de asilo diplomático por parte argentina, el rechazo a la concesión de dicho estatus y el consiguiente salvoconducto por las autoridades ecuatorianas; era de público conocimiento que Duarte continuaba alojada en la legación argentina”, agregaron.

La Cancillería enfatizó que no existe ninguna norma internacional que obligue a las autoridades diplomáticas argentinas a ejercer custodia sobre Duarte.

“En modo alguno se entiende que se pretenda atribuir a un accionar expreso del Gobierno argentino que la persona mencionada haya podido, por inoperancia de las autoridades ecuatorianas, circular por Ecuador y partir desde ese país hacia el extranjero, eludiendo los sistemas de control dispuestos por dichas autoridades alrededor de la Residencia de la embajada argentina en Quito”, sumó el comunicado.

CON INFORMACIONES DE EFE Y EUROPA PRESS