Los dos empleados del banco vaticano que corren el riesgo de ser despedidos en menos de un mes por casarse, debido a una nueva norma del organismo que prohíbe expresamente la contratación de dos cónyuges, han pedido ayuda al papa.
"Estamos desesperados, papa Francisco salve a nuestra familia", escribe la pareja en una larga carta enviada al pontífice, según revela este domingo el diario "Reppublica", después de la boda, hace una semana, de los dos funcionarios del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco vaticano.
Según las nuevas normas del organismo, la terminación del contrato de trabajo se producirá después de 30 días después de la celebración del matrimonio, a menos que uno de los dos cónyuges decida renunciar voluntariamente al empleo, una posibilidad que los recién casados no contemplan.
En la misiva, los dos funcionarios vaticanos, que rondan la cuarentena y que se conocieron en su lugar de trabajo hace algunos años, relatan a Francisco, que siempre ha animado a los jóvenes a casarse, su historia de amor, según el diario, que ha tenido acceso al contenido de la carta.
A principios de año, cuando aún no había entrado en vigor la nueva normativa, la pareja comunicó su intención de casarse a la dirección del IOR, que tiempo después les advirtió de que en ese caso ya no cumplirían los requisitos para seguir siendo trabajadores del organismo.
Los novios, que han sido bautizados por los medios locales como los "Romeo y Julieta" del Vaticano, decidieron desafiar una norma que consideran injusta y anacrónica y casarse junto a un grupo reducido de familiares y amigos en la localidad de Fregene, en la costa romana, y ahora se encuentran en viaje de luna de miel.
Tras los fallidos intentos de hallar una solución, incluida la mediación de la Asociación de Empleados Laicos del Vaticano (ADLV), con casi 600 miembros, los nuevos esposos consideraban que la única posibilidad para intentar mantener su puesto de trabajo sería una intervención directa por parte del pontífice.
En su carta a Francisco, la pareja resalta la importancia del sacramento del matrimonio: "Nos dirigimos a usted, que siempre ha hablado de proteger el matrimonio canónico, para salvar nuestros puestos de trabajo. La familia es el sustento", escriben, según el diario.
La ADLV intentó mediar sin éxito, "para poner de relieve cómo el nacimiento de una nueva familia no puede verse comprometido por reglamentos burocráticos, hemos consultado a expertos en derecho canónico, pero no ha servido de nada", reveló el pasado miércoles..
El resultado fue una "fría comunicación que hacía referencia a un reglamento, que de hecho tiene efectos retroactivos, dado que nuestros dos colegas ya habían fijado la fecha y el lugar de la boda cuando salió el nuevo reglamento", indicó en un comunicado.
Los recién casados ya fueron suspendidos algunos días de empleo y sueldo por dar a conocer su historia por el IOR, que en una nota aseguró que su objetivo "es exclusivamente garantizar condiciones de igualdad de trato entre el personal".