El Tribunal Supremo de la separatista república popular de Donetsk condenó a muerte este jueves a los prisioneros británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin y al marroquí Braguim Saadun, supuestos mercenarios del Ejército ucraniano, según informó la agencia de noticias local DAN.
"Al emitir su veredicto el tribunal se guió no solo por las normas y reglas prescritas, sino también por el principio inquebrantable de la justicia", dijo un portavoz del tribunal.
Los condenados tienen un mes para recurrir la sentencia, derecho del que van a hacer uso los tres combatientes, según la agencia DAN.
Los tres prisioneros de guerra reconocieron ayer haber cometido acciones dirigidas a la toma violenta del poder, en virtud del artículo 323 del código penal.
En tiempos de paz dicho artículo se castiga hasta con 20 años de cárcel, pero en caso de guerra el procesado puede ser condenado a pena de muerte, de acuerdo con las leyes de Donetsk.
Ninguno de los tres extranjeros reconoció ayer haber participado como mercenarios en acciones militares en Ucrania, de acuerdo al artículo 430.
Este jueves, sin embargo, el tribunal informó de que los tres acusados sí habían admitido todos los cargos presentados en su contra, lo que incluye operar como mercenarios en el Donbás y realizar actividades terroristas, según precisó DAN.
Shaun Pinner, de 48 años, fue capturado durante el asedio ruso de la ciudad de Mariúpol (mar de Azov) después de varios años como soldado del Ejército ucraniano.
Aslin, de 28 años y que formaba parte desde 2018 del Ejército ucraniano, también fue apresado en abril por las milicias prorrusas en la misma ciudad de la región de Donetsk, donde continúan los combates entre tropas rusas y ucranianas.
A mediados de abril Aslin y Pinner se dirigieron en un mensaje difundido por la televisión rusa al primer ministro británico, Boris Johnson, con la petición de ser canjeados por el político prorruso cercano al Kremlin Víctor Medvedchuk, detenido por alta traición.
Tanto la familia de ambos soldados como el Gobierno británico han demandado a las autoridades rusas un trato digno de acuerdo con la Convención de Ginebra.