Unos 350 ciudadanos de origen latinoamericano se presentan en las listas de los partidos de la región española de Cataluña para las elecciones municipales del próximo 28 de mayo, según la información facilitada a EFE por las formaciones implicadas.
El partido de izquierdas En Comú Podem, hermano en esa comunidad autónoma de Unidas Podemos -socio en el Gobierno de coalición nacional del Partido Socialista-, es la que más latinoamericanos incorpora en su listas con 155, seguida de los independentistas catalanes de ERC, que incorpora a 110 candidatos de ese origen a concejal.
Además, el Partido Socialista en Cataluña (PSC) incorpora a 70 latinoamericanos.
Pero no existe una cifra exacta global de todas las formaciones catalanas puesto que, dado el nivel de integración y arraigo de estos candidatos, con nacionalidad española en su gran mayoría, los partidos no hacen distinciones de origen en sus cómputos, si bien se sabe que la mayoría provienen de países como Ecuador, Perú, República Dominicana o Colombia.
Muchos candidatos procedentes de Ecuador, por ejemplo, dejaron su país hace más de veinte años para poder vivir y tener un futuro mejor.
Es el caso de Jakqueline Baca, número 24 en la lista de aspirantes a la alcaldía del PSC en la localidad barcelonesa de Badalona.
“Por los años 2000 hubo una crisis económica en Ecuador, dejé mi trabajo allá y me vi obligada a emigrar”, explicó a EFE Baca.
En Cataluña, la integración de los migrantes resulta algo más compleja al principio por la barrera del idioma: "El catalán, los que vinimos ya más adultos lo entendemos, lo hemos estudiado, pero nos cuesta hablarlo. Tengo la esperanza de que esto vaya disminuyendo con el tiempo, porque ya está la segunda generación, que se ha criado aquí”, afirma la ecuatoriana.
Dimitri Defranc, cabeza de lista del partido animalista PACMA por la población de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), fue representante estudiantil en su universidad de Ecuador y, ante la represión contra los jóvenes, abandonó el país para irse a estudiar a España.
“Cuando llegué aquí fue como un descanso. Todo lo que siempre luché por que hubiera allá, aquí lo tenía. Después, de una forma natural, comencé a relacionarme con otros inmigrantes como yo, pero que tenían muchas necesidades en torno a regularizar sus situaciones. Sin darte cuenta te ibas implicando”, afirma.
Todos estos representantes no solo han tenido que superar todas las trabas burocráticas del proceso de migración, que se calcula que puede durar más de diez años, sino también deben superar un duelo personal por haber dejado su país de origen.
Una vez superada la etapa de supervivencia, “comienzas a pensar cómo yo puedo aportar con mis conocimientos a la sociedad, no ya de acogida, sino a mi sociedad”, explica Defranc.
Las políticas de migración también pueden socavar la participación electoral de las personas no nacidas en España.
“Desde los ayuntamientos ponerles estas trabas a los inmigrantes es tremendamente injusto porque desconocen cómo funciona y cómo se mueve el mundo inmigrante. Eso es una de las cosas que tenemos que mejorar mucho”, afirma Defranc.
Los candidatos migrantes tienen claro las barreras que impiden la representación legítima en las instituciones y en la política regional de Cataluña, y todos ellos tienen previsto apoyar y trabajar, no solamente para la gente migrante, sino para toda la ciudadanía.