Dirigentes europeos, entre ellos el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se unieron este lunes a las críticas del sábado del canciller alemán, Olaf Scholz, contra Elon Musk, cuando el multimillonario estadounidense multiplica sus intervenciones en temas de política interna de otros países.El laborista Starmer, una de las víctimas favoritas del magnate, denunció que "quienes difunden mentiras y desinformación no están interesados en las víctimas sino en sí mismos", después de que Musk mencionara el jueves en X un caso de explotación sexual de más de 1.500 niñas en Inglaterra entre 1997 y 2013, en el que se culpó a las autoridades de no haber tomado medidas.

"En Reino Unido, delitos graves como la violación requieren la aprobación de la fiscalía antes de que la policía pueda acusar a los sospechosos. ¿Quién estaba a cargo del CPS (la fiscalía general del Estado) cuando a las bandas de violadores se les permitía explotar a niñas sin enfrentarse a la justicia? Keir Starmer", escribió el multimillonario estadounidense.

Por su parte, Emmanuel Macron acusó a Musk, el hombre más rico del mundo, propietario de la red social X y aliado clave del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de apoyar a "una nueva internacional reaccionaria" y de interferir en las elecciones, particularmente en Alemania.

– "Se ha cruzado una línea" –

Cuestionado sobre los ataques de Musk, Starmer defendió este lunes su trayectoria al frente del CPS, entre 2008 y 2013, afirmando haber "reabierto expedientes" y "presentado las primeras acusaciones contra una red de explotación asiática".

En respuesta a numerosas preguntas de los medios sobre el tema, Starmer insistió en no querer individualizar en Musk, a quien no nombró, pero dijo que "se ha cruzado una línea" con algunas de las críticas, denunciando el "veneno de la extrema derecha" en este tema.

Desde que se involucró políticamente detrás de Donald Trump y jugó un papel protagónico en su campaña, Musk ha multiplicado las muestras de apoyo a los representantes de la extrema derecha en otros países.

Pero Musk afirmó el lunes que Starmer y otro primer ministro laborista, Gordon Brown, se encontraban entre los cómplices de los delitos sexuales, y agregó en una publicación que este último "vendió a esas niñas a cambio de votos", calificando además a Starmer de "despreciable".

La líder conservadora Kemi Badenoch escribió el lunes en X que presentará una enmienda en el parlamento el miércoles exigiendo una "investigación completa sobre el escándalo del acoso sexual por parte de bandas de violadores".

En sus mensajes del jueves, Musk exigió también la liberación del agitador británico de ultraderecha Tommy Robinson, recientemente condenado a 18 años de cárcel por violar una decisión judicial que le prohibía repetir comentarios difamatorios sobre un refugiado sirio.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, en un discurso a los embajadores de su país, se refirió el lunes al apoyo del magnate al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), después de que Musk publicara una columna de opinión en el diario Die Welt.

"Hace diez años, si nos hubieran dicho que el dueño de una de las redes sociales más grandes del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en las elecciones, incluso en Alemania ¿quién lo hubiera imaginado?", dijo Macron.

– También el primer ministro noruego –

Por último, el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, también reaccionó, este lunes, diciendo en la radio pública NRK estar "preocupado de que un hombre con un acceso considerable a las redes sociales y recursos económicos significativos esté involucrado tan directamente en los asuntos internos de otros países".

Todos ellos se unieron al canciller alemán Olaf Scholz, que había condenado en una entrevista publicada el sábado, en la revista Stern, las "declaraciones erráticas" de Musk así como su apoyo al AfD, a un mes y medio de las elecciones germanas del 23 de febrero.

Scholz abogó porque se mantuviera la calma frente a los dichos de Musk, que tal como cita la revista Stern, lo llamó "loco" a principios de noviembre y luego "imbécil incompetente" el 20 de diciembre.

Desde que se involucró políticamente detrás de Donald Trump y jugó un papel protagónico en su campaña, Musk ha multiplicado las muestras de apoyo a los representantes de la extrema derecha en otros países.

Sus intervenciones ponen en situación delicada a algunos dirigentes europeos, a pocos días del regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, quien ha confiado a Musk la misión de reducir el gasto público. (Pablo SAN ROMAN)