Las personas menores a partir de 16 años pueden desde este jueves en España interrumpir el embarazo sin necesidad de autorización paterna y cambiar de sexo sin la obligatoriedad de informes médicos o psicológicos.
Las nuevas leyes del aborto y sobre la autodeterminación de género que entran en vigor en esta jornada son uno de los compromisos del Gobierno de coalición de izquierda en el país en su política de avances en derechos sociales.
Hasta ahora era necesario el consentimiento paterno para que las menores de 16 y 17 años – pues la mayoría de edad legal es desde los 18 en España- pudieran interrumpir el embarazo, a partir de las catorce semanas de gestación.
Otra de las novedades es que se eliminan el plazo de reflexión de tres días antes de abortar y la obligación de informar a la mujer sobre ayudas a la maternidad por si decide seguir con el embarazo.
Además se reconoce por primera vez el derecho a una baja laboral por una menstruación dolorosa e incapacitante, lo que convierte a España en pionera en esta materia en Europa.
Y se amplían los derechos reproductivos a las "personas trans con capacidad de gestar", esto es, que han cambiado su sexo al masculino pero mantienen el aparato reproductor femenino.
La ley incluye también medidas para evitar los vientres de alquiler, ilegales en España, como prohibir la publicidad de las agencias de intermediación, y considera como violencia la esterilización y la anticoncepción forzosas, el aborto forzoso y la gestación por sustitución.
En España se practican algo más de 90.000 interrupciones voluntarias del embarazo al año, la gran mayoría en centros privados, por lo que la norma también prevé medidas para que los centros públicos sean de referencia en aborto.
LEY TRANS
La conocida como ley trans establece como único requisito para cambiar de sexo en el registro civil la voluntad de la persona a partir de los 16 años, sin necesidad de hormonación ni de evaluaciones psicológicas y médicas.
Entre los 16 y 14 años, los menores podrán cambiar su sexo en el registro si acuden con sus padres o tutores y de los 12 a los 14 años con autorización judicial.
Los menores de 12 años no podrán cambiar su sexo, pero sí su nombre en documentos oficiales.
La modificación genital en menores solo será autorizada cuando los médicos lo determinen y si les se considera maduros para tomar esa decisión.
Países como Suecia se han replanteado normas similares ante el aumento de esta práctica y las advertencias de su irreversibilidad por parte personas que ya adultas se arrepienten.
Igualmente, si un hombre cambia de sexo no evitará condenas por violencia machista, pues en España prevalecerán las responsabilidades penales que tenga antes del cambio.
En otros países europeos, como el Reino Unido, han surgido polémicas por casos de hombres que cambiaron de sexo y fueron a cárceles de mujeres a pesar de haber sido condenados por violencia machista.
Ambas leyes fueron aprobadas el mes pasado en el Parlamento español, con el rechazo de la oposición de derechas, y aplaudidas por sectores como el activismo LGTBI+, aunque colectivos feministas critican que cualquiera pueda convertirse en mujer solo con acudir a un registro.