Cuba sufrirá extensos apagones durante todo este lunes, que llegarán a afectar de forma simultánea a hasta el 52 % del país, la mayor tasa del año y uno de los mayores registros de los últimos, según el parte diario de la estatal Unión Eléctrica (UNE).

La isla sufre desde hace años una grave crisis energética, con tasas de déficit que han llegado a alcanzar el 53 % y hasta tres apagones nacionales desde el pasado octubre. Actualmente algunas regiones sólo tienen suministro eléctrico durante cuatro horas al día.

La UNE, adscrita al Ministerio de Energía y Minas (Minem), calcula para la jornada una capacidad máxima de generación eléctrica puntual de 1.640 megavatios (MW) en el horario "pico", en la tarde-noche, para una demanda que prevé que alcance los 3.250 MW.

El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.610 MW y la afectación real- los circuitos que se desconectarán preventivamente para evitar un apagón desordenado- alcanzará los 1.680 MW en el momento de mayor consumo.

Refiere asimismo que nueve de las 20 unidades de producción (distribuidas en siete centrales termoeléctricas) se encuentran actualmente fuera de servicio por avería o mantenimiento. Además, por falta de diésel y fueloil no están trabajando 53 centrales de generación distribuida.

Crisis estructural

La crisis energética cubana se debe principalmente a la carencia de combustible -debido a la falta de divisas para importarlo- y a las reiteradas averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones.

En una entrevista con EFE el analista cubano del Instituto de Energía de la Universidad de Texas en Austin, Jorge Piñón, estimó que Cuba tiene un déficit diario de unos 80.000 barriles de combustibles líquidos, vitales para su sistema energético.

No obstante, calcula que la demanda se redujo en 2024 en unos 20.000 barriles diarios, con base en los envíos internacionales de Venezuela y, sobre todo, de México.

Según diversos cálculos independientes, el Gobierno cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), de los que no dispone, y cualquier solución sería viable tan sólo a largo plazo.

Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019.

Además, los cortes eléctricos han atizado el descontento social, visible en la migración masiva de los últimos años y en las inusuales protestas que se han registrado desde 2021 en la isla.