Cuba tendrá apagones hasta en el 31 % de su territorio en el horario de mayor demanda de este domingo, en continuidad con los cortes debido a la falta de combustibles y por averías en las centrales generadoras, según el diario de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
La complicada situación energética cubana elevó su crisis hace una semana cuando el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se desconectó y ocurrió un apagón total por casi cinco días en la isla.
Pero tras quedar reconectado el SEN, su frágil estado sigue ocasionando afectaciones al servicio que en las últimas jornadas ha mantenido una tasa por encima del 30 %.
Para este domingo, la UNE -perteneciente al Ministerio de Energía y Minas- prevé una capacidad máxima de generación eléctrica de 2.220 megavatios (MW) para una demanda que alcanzará los 3.000 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 800 MW y la afectación -los circuitos que se desconectarán realmente- alcanzará los 870 MW en el denominado "horario pico", en la tarde-noche.
El informe refiere que tres unidades de generación se encuentran averiadas y otras dos en mantenimiento. Además, 62 centrales de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible (diesel y fueloil).
La crisis energética de los últimos años en Cuba se ha agravado desde finales de agosto y antes del apagón total los cortes de suministro se encontraban ya en máximos históricos, con tasas de afectación máxima entre el 41 y el 51 %.
El sistema eléctrico cubano se encuentra en un estado muy precario por las frecuentes averías en las siete centrales termoeléctricas terrestres, obsoletas por sus más de cuatro décadas de uso y la falta crónica de inversiones y mantenimientos, así como por la escasez de combustible, debido a la falta de divisas para importarlo.
El Gobierno cubano ha rentado en los últimos años varias centrales eléctricas flotantes para atenuar la falta de capacidad de generación, una solución rápida, pero costosa, contaminante y que no resuelve el problema estructural del sistema energético nacional.
Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico dañan la economía cubana- que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales- e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una crisis económica desde hace cuatro años.
También han desencadenado protestas antigubernamentales de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, las de Nuevitas y La Habana en agosto y septiembre de 2022, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.