Cuba ha recibido a 3.580 migrantes irregulares en lo que va de año, en su mayoría procedentes de Estados Unidos, reportaron este miércoles medios locales de prensa.
La última devolución de migrantes ocurrió este martes, cuando el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos entregó 27 balseros, según información del Ministerio del Interior de Cuba (Minint).
Con el nuevo grupo suman 2.642 las personas devueltas desde Estados Unidos durante 2023; mientras que el resto ha regresado a Cuba desde México, Bahamas e Islas Caimán, principalmente.
Además, Estados Unidos deportó a finales de abril a 123 migrantes cubanos de los designados como "inadmisibles" por Washington y en base a un acuerdo bilateral que llevaba años sin aplicarse. Se trató del primer vuelo de este tipo desde diciembre de 2020.
Una parte de estos últimos salió legalmente de Cuba por vía aérea y llegó a territorio estadounidense por la frontera terrestre con México, mientras otros fueron detenidos por los guardacostas estadounidenses tras salir por mar de manera ilegal.
El Minint reiteró en su comunicado como es habitual que Cuba mantiene "firme" su compromiso con "una migración regular, segura y ordenada", y advirtió sobre "el peligro y condiciones de riesgo para la vida que representan las salidas ilegales del país por mar".
Desde el pasado 1 de octubre, la Guardia Costera del país norteamericano ha interceptado a más de 6.200 balseros cubanos, una de las mayores oleadas registradas en años.
En tanto, un total de 313.488 cubanos arribaron en 2022 a puntos fronterizos de su territorio con México, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Se trata de la mayor oleada migratorio en décadas en Cuba, un país azotado por una grave crisis económica desde hace más de dos años, con problemas de escasez de productos básicos, apagones frecuentes y fuerte inflación.
La situación se debe a las consecuencias de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los errores en la política económica y monetaria interna.
Washington implementó a inicios de 2023 una política para acoger a 30.000 migrantes mensuales de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua.
En paralelo, está expulsando de inmediato a México a los migrantes de esos países que intenten cruzar por la frontera sur a su territorio de manera irregular. México, por su parte, está admitiendo mensualmente a 30.000 migrantes expulsados de territorio estadounidense.