El avión privado Embraer, de fabricación brasileña, donde viajaba el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, se estrelló en la tarde del miércoles en el centro de Rusia, siniestro en el que murieron sus diez ocupantes.
Según informó la agencia de aviación civil, Rosaviatsia, en el Embraer-135 viajaban siete pasajeros, entre ellos Prigozhin y su "mano derecha", Dmitri Utkin, antiguo oficial de la inteligencia militar rusa (GRU).
La catástrofe aérea tuvo lugar en la región central de Tver cuando el avión que había despegado de Moscú se dirigía a San Petersburgo.
Por el momento, se desconocen las causas del siniestro, aunque algunos medios y canales de Telegram barajan varias versiones, desde un atentado con bomba por orden del Kremlin a un misil de la defensa antiaérea rusa o un ataque con drones enemigos.
Prigozhin, que protagonizó hace exactamente dos meses una fallida rebelión armada contra el Kremlin, apareció por última vez este lunes cuando sugirió en un vídeo que había vuelto a África para hacer que Rusia sea "aún más grande en todos los continentes".
OCUPANTES CARBONIZADOS
Los servicios de emergencia informaron a la agencia oficial RIA Nóvosti de que en la zona del siniestro se han hallado los cadáveres de los diez ocupantes que viajaban en el avión, tres tripulantes y siete pasajeros.
Según la prensa local, los cuerpos están totalmente carbonizados, así que será probablemente necesario realizar una prueba de ADN para confirmar su identidad.
El portal Baza asegura que uno de los pasajeros resultó decapitado en el accidente ocurrido no lejos de la localidad de Kuzhenkino, que se encuentra a unos 350 kilómetros de Moscú.
Aparte de Prigozhin y Utkin, los otros cinco pasajeros serían también miembros del grupo de mercenarios, que reanudó recientemente sus operaciones en el continente africano.
Además, en el aparato se encontraba el comandante, un segundo piloto y una azafata.
Rosaviatsia subrayó que el avión tenía todos los permisos en regla y realizaba su vuelo tras recibir a su debido momento la autorización oficial para la utilización del espacio aéreo.
En el vídeo publicado por el diario digital Gazeta.ru se puede ver como el aparato se precipita inusitadamente contra la tierra en un descampado, no lejos de unas viviendas rurales, tras lo que se produce una fuerte explosión.
POR ORDEN DEL KREMLIN O DE UCRANIA
En las redes sociales rusas se debaten diferentes versiones sobre lo ocurrido. Canales cercanos a Wagner dicen que el avión de Prigozhin pudo ser derribado por la defensa antiaérea rusa.
Prigozhin habría muerto "como resultado de las acciones de traidores a Rusia", señala Grey Zone, en clara alusión a los servicios secretos rusos.
Los portales Mash y Baza apuntan que el aparato pudo ser víctima de un atentado con bomba, mientras otros que fue derribado por un dron enemigo.
Según el diario RBC, las autoridades estudian tres versiones: un fallo de pilotaje, un problema técnico o una intervención exterior.
Diferentes testigos oculares aseguran haber escuchado dos explosiones y que el Embraer explotó en el aire.
Según los medios, los pilotos del avión privado nunca dieron la señal de alarma, por lo que aducen que sus ocupantes murieron probablemente en pleno vuelo.
El Comité de Investigación de Rusia ha incoado un caso penal sobre violación de las reglas de seguridad a la hora de operar un aparato de transporte aéreo.
"Cuando Prigozhin se detuvo a 200 kilómetros de Moscú y de repente dio marcha atrás, firmó raudo y voluntariamente su pena de muerte", comentó Mijailo Podoliak, asesor de la Presidencia ucraniana, al diario digital Meduza.
DOS MESES DESDE DE LA REBELIÓN CONTRA EL KREMLIN
La catástrofe aérea tuvo lugar exactamente dos meses después de que Prigozhin se sublevara contra el Kremlin (23-24 de junio), rebelión en la que llegó a tomar durante unas horas una de las ciudades más importantes del sur de Rusia, Rostov del Don.
Tras la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, Prigozhin aceptó replegar a sus mercenarios tras 24 horas de motín y trasladar su base a territorio de esa antigua república soviética.
Después de acusarle de traición, Putin lo recibió en el Kremlin, tras lo que Prigozhin anunció que no combatiría más en Ucrania y reanudó sus operaciones de Wagner en África.
Coincidiendo con el siniestro, Putin participaba el miércoles en la región de Kursk, limítrofe con Ucrania, en una ceremonia oficial con ocasión del 80 aniversario de la Batalla de Kursk, una de las más importantes de la Segunda Guerra Mundial.
El accidente también tuvo lugar justo el mismo día en que medios oficiales confirmaron el cese como jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Serguéi Surovikin, general conocido por sus estrechos lazos con Prigozhin y que desapareció del ojo público nada más sofocarse la sublevación armada de Wagner.