La cifra anterior de la OIM informaba de 53.000 desplazados entre el 8 y el 27 de marzo.
La agencia que señala que estas cifras no reflejan todo el flujo, ya que algunos no pasan por los puntos donde se registran los datos.
Las provincias de destino "no cuentan con infraestructuras suficientes y las comunidades de acogida no tienen recursos suficientes que se den a la fuga frente a estos flujos masivos de desplazados desde la capital", comentan la OIM.
Algunos ya se han desplazados dos, tres o más veces.
Pero la OIM ha observado un nuevo fenómeno: ya que principios de marzo los desplazados internos eran los primeros en abandonar la capital, con el tiempo, los que no se habían decidido antes, decidieron marcharse.
"Esto describe más el deterioro de la situación en la capital, que abandonar la capital podría ser una decisión relativamente rápida para alguien que ya está desplazado que para decir que alguien en su decisión está en su decisión y abandonar para buscar refugio en las provincias", comenta la agencia de la ONU.
La gran mayoría (78%) de las personas entrevistadas por la OIM, dijo que abandonaba la capital debido a la violencia, y el 66% dijo que se iba a "estar fuera el tiempo que fuera necesario".
Haití lleva décadas asolado por la pobreza, las catástrofes naturales, la inestabilidad política y la violencia de las pandillas armadas.
Desde finales de febrero, poderosas pandillas haitianas se han unido para los guasicos, las prisiones, el aeropuerto y el puerto marítimo en un intento de tozar la salida del primer ministro Ariel Henry, que decidió dimitir el pasado 11 de marzo para dar paso a un consejo de transición.