El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró este domingo que ganó la reelección con más del 85% de los votos y que arrasó en el Congreso, según un mensaje difundido en su cuenta en la red social X.
"De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea Legislativa", aseguró. Su mensaje fue recibido con el estallido de juegos pirotécnicos en San Salvador.
Bukele, que se postuló para la reelección a pesar de que la Constitución lo impide, echó mano de una argucia legal para presentarse a unos comicios en los que todas las encuestas le daban como claro favorito.
"El récord en toda la historia democrática del mundo. Nos vemos a las 9pm frente al Palacio Nacional. Dios bendiga a El Salvador", publicó Bukele, sin aguardar a que se conozcan datos oficiales del recuento de esta jornada electoral, en la que además de comicios presidenciales, se celebraron elecciones leguislativas y municipales.
Bukele, un expublicista de 42 años, requería mantener la mayoría que ganó hace dos años en el Parlamento y que le permitió decretar el 27 de marzo de 2022 el régimen de excepción con el que ha cimentado su controvertida lucha contra las pandillas y la inseguridad ciudadana, durante la cual 76.000 pesonas han sido detenidas, muchas de ellas sin garantía de sus derechos fundamentales, según han denunciado activivistas y organismos internacionales.
El actual mandatario tenía garantizada la reelección por una elevada mayoría, según pronosticaban todas las encuestas electorales, habida cuenta del escaso respaldo ciudadano a los otros cuatro aspirantes presidenciales.
Entre estos candidatos figuraban Manuel Flores, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), y Joel Sánchez, de Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), las dos formaciones que gobernaron el país hasta la llegada de Bukele y su partido, Nuevas Ideas (NI).
De confirmarse estos datos, Bukele será el primer presidente reelegido en los últimos 32 años, gracias a una estratagema legal que consistió en que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que había sido nombrada por un Congreso de mayoría oficialista y sin seguir el procedimiento legal, cambió el criterio de interpretación de la Constitución.