Unas polémicas palabras del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre Venezuela han causado malestar a varios presidentes que han asistido este martes a la cumbre latinoamericana a puerta cerrada en Brasilia, entre ellos el chileno Gabriel Boric o el uruguayo Luis Lacalle Pou.
Lula afirmó en la víspera durante una reunión con el presidente Maduro que Venezuela es "víctima de una narrativa de antidemocracia y autoritarismo" y denunció que las sanciones impuestas contra el país "son peores que una guerra".
En respuesta, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha asegurado este martes que, aunque dan la bienvenida a Venezuela a los espacios multilaterales latinoamericanos, ello no implica "meter debajo de la alfombra" o "hacer la vista gorda" a lo que ocurre en el país.
"No es una construcción narrativa, es una realidad, es seria, y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy día están en nuestra patria y que exigen también una posición firme y clara respecto a que los Derechos Humanos deben ser respetados siempre en todo lugar", ha señalado.
Asimismo, Boric ha hecho un llamamiento a Estados Unidos, así como a la Unión Europea, para que levanten las sanciones contra Caracas que "no debilitan a los gobernantes" sino que directamente "dañan a los pueblos", ha recogido Bio Bio Chile.
Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ha señalado que la declaración de la cumbre habla sobre la democracia, sobre los Derechos Humanos y sobre proteger las instituciones democráticas en la región latinoamericana.
"Si hay tantos grupos en el mundo que están tratando de mediar para que la democracia sea plena en Venezuela, para que se respeten los Derechos Humanos (y) no haya presos políticos, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo", ha apuntado, según ha recogido el diario 'El País'.
En este sentido, ha recordado que Uruguay no tenía embajador en Venezuela hasta hace poco. "Nuestra afinidad es con el pueblo venezolano y no nos corresponde elegir el Gobierno, pero sí tenemos la posibilidad de opinar", ha zanjado.
MADURO EN LA CUMBRE LATINOAMERICANA
Maduro, quien se ha situado en el extremo izquierdo de la fotografía institucional tomada en el marco de la cumbre, no visitaba Brasil desde 2015, cuando participó en la toma de posesión del segundo mandato de la expresidenta Dilma Rousseff, quien fue destituida al año siguiente.
El presidente venezolano ha aprovechado los márgenes de la cumbre para reunirse en privado con su homólogo argentino, Alberto Fernández, así como con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, y boliviano, Luis Arce, ha recogido la cadena VTV.
Lula aspira a convertirse en el centro de atención en América Latina, pudiendo llegar a ser la bisagra de reconciliación entre Venezuela y el resto de países latinoamericanos tras el fracaso que supuso su papel como mediador en las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia.
"El proceso de normalización y relanzamiento de las relaciones bilaterales entre Brasil y Venezuela avanza con la Declaración Conjunta que hemos suscrito, para reimpulsar con fuerza la agenda de cooperación integral y estratégica de ambas naciones", ha indicado Maduro en su perfil de Twitter.
Suramérica apuesta firme en la integración
Suramérica ventiló en Brasilia todas sus diferencias, sobre todo las que atañen a Venezuela, en una cumbre regional convocada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que dejó como resultado una firme apuesta en la integración.
El resultado de esta cumbre regional, la primera en su tipo en nueve años, fue volcado en una declaración bautizada "Consenso de Brasilia" que, como punto principal, incluye un acuerdo entre los doce países de la región para elaborar una "hoja de ruta" para la integración suramericana, estancada en la última década.
A la cumbre asistieron los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Guillermo Lasso; Guyana, Irfaan Ali; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Surinam, Chan Santokhi; Uruguay, Luis Lacalle Pou, y Venezuela, Nicolás Maduro; y Perú fue representado por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
La "hoja de ruta" será elaborada en 120 días por un grupo formado por los cancilleres y deberá trazar las líneas maestras de un plan para fomentar el comercio y las inversiones, superar asimetrías, eliminar medidas unilaterales y aumentar la cooperación económica, todo con la meta de alcanzar una "efectiva área de libre comercio suramericana".
Asimismo, deberá promover la cooperación en diversas áreas, como salud, medioambiente, defensa, infraestructura, energía, seguridad fronteriza, transformación digital y combate al crimen trasnacional.
VENEZUELA, LAS DISCORDIAS Y UNA "INDISCRECIÓN" DE LACALLE POU
El "Consenso de Brasilia" incluye, en el segundo de sus nueve puntos, un compromiso "con la democracia y los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la justicia social, el Estado de derecho y la estabilidad institucional, la defensa de la soberanía y la no injerencia en asuntos internos".
Este punto despertó resquemores en el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien, en su primera intervención en la cumbre, dijo que ese artículo no terminaba de reflejar la situación venezolana.
"Obviamente, no tenemos la misma definición, que creo que es una en la Real Academia Española, de lo que son el respeto a las instituciones, a los derechos humanos y a la democracia", afirmó el presidente uruguayo en un vídeo divulgado en su perfil de Instagram.
Lacalle Pou también le protestó a Lula, quien la víspera, en una reunión bilateral con Maduro, calificó de "narrativas" las críticas sobre la falta de democracia o violaciones de los derechos humanos en Venezuela.
El líder conservador uruguayo dijo que se sintió "sorprendido" con esa calificación y fue respaldado por el socialista chileno Gabriel Boric, crítico de Maduro, quien sostuvo que lo que ocurre en Venezuela no es una "construcción narrativa", sino "una realidad seria".
Fuentes brasileñas consultadas por EFE consideraron la difusión de ese vídeo como una "indiscreción" por parte de Lacalle Pou en una cumbre celebrada a puerta cerrada, pero aseguraron que tampoco quebró "el espíritu" de una cita convocada para discutir "todas las diferencias" e "identificar las coincidencias".
Sobre ese asunto, Lula declaró en la rueda de prensa final de la cumbre que "no es posible que no haya un mínimo de democracia en Venezuela", ya que el chavismo ha convocado casi treinta elecciones en los últimos veinte años y, aunque ha ganado casi todas, otras las ha perdido.
Aún así, aseguró que Brasil hará "lo que pueda para contribuir con el fortalecimiento de la democracia en Venezuela".
(EUROPA PRESS Y AGENCIA EFE)