Bajo el título "Biden no está convencido de integrar tropas estadounidenses en la misión de ayuda a Haití a medida que la crisis empeora", la agencia Bloomberg dio cuenta de que, en cambio, el presidente de EEUU sí considera aunar esfuerzos en ese sentido con Canadá y países de América Latina.

En un texto publicado este martes y firmado por los periodistas Josh Wingrove e Iain Marlow estos lograron que "personas familiarizadas con las deliberaciones y que hablaron bajo condición de anonimato" les revelaran que el gobernante estadounidense desea que la misión a Haití sea dirigida por otro país.

Una traducción no oficial del texto de Bloomberg arranca con la afirmación de que el presidente Joe Biden está sopesando un esfuerzo conjunto con los países vecinos para ayudar a Haití, ya que el rápido deterioro de las condiciones de seguridad y salud aviva los temores de que la intervención en la nación caribeña pueda ser necesaria para evitar el colapso.

EEUU está buscando opciones, incluida potencialmente una misión dirigida por otro país para sofocar la violencia, enfrentar a las bandas armadas, abordar una crisis humanitaria de repunte en espiral y responder a un brote de cólera, dijeron personas familiarizadas con las deliberaciones, que hablaron bajo condición de anonimato.

Si bien no se ha descartado nada formalmente, el envío de tropas estadounidenses es poco probable y no está bajo consideración avanzada, dijeron esas personas. La administración de Biden desconfía hacer algo unilateralmente y, en cambio, está estudiando qué esfuerzos conjuntos con los vecinos, incluidos Canadá y los países latinoamericanos, podrían ser factibles.

Otros pasos podrían incluir más fondos, ayuda material, fuerzas de seguridad o entrenadores enviados al país.

Con las elecciones de mitad de período en EEUU, que solo en dos semanas más determinarán si los demócratas mantienen el control del Congreso, es reducido el apetito de Biden por cualquier intervención extranjera para sofocar una crisis humanitaria en ciernes.

Ya se encuentra el gobernante bajo una presión sustancial de los republicanos por un aumento de migrantes procedentes de países latinoamericanos, principalmente de Cuba, Haití y Venezuela, que cruzan la frontera sur. Adicionalmente, los legisladores republicanos comienzan a posicionarse en negar más ayuda a Ucrania en su conflicto armado con Rusia. Si los republicanos obtuvieran el control de una o de ambas cámaras del Congreso, el costo político para Biden de una intervención en Haití aumentaría.

Después de la Segunda Guerra Mundial, EEUU. contribuyó con soldados para las misiones de mantenimiento de la paz en todo el mundo. Las misiones en Haití, Somalia y los Balcanes contaron con una fuerte presencia estadounidense en la década de 1990, pero la muerte de 18 soldados estadounidenses en Somalia, documentada en el libro Black Hawk Down, llevó a Estados Unidos a reducir drásticamente su participación en este tipo de incursiones.

Haití ha soportado décadas de inestabilidad política, recibiendo varias misiones humanitarias y miles de millones en ayuda exterior que sirvieron de poco para sacar al país de su ciclo de pobreza y anarquía.

La situación solo empeoró después del asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021, lo que hace improbable que resulte exitosa cualquier intervención extranjera.

En las calles de ese país de la isla caribeña muchos recuerdan las intervenciones militares lideradas por Estados Unidos en 1994, llamada “Defender la democracia”, y la misión de la ONU a Haití de una década que finalizó en 2017. Ninguna trajo la estabilidad política o el fin de la violencia como prometieron, dijo Joseph Harold Pierre, un analista político domiciliado en Puerto Príncipe.

“Esas misiones no tuvieron éxito porque en Haití no teníamos un gobierno capaz de guiar esas misiones”, dijo.

Para hacer las cosas más complejas, muchos consideran que el primer ministro Ariel Henry ejerce de manera ilegítima debido a que llegó al poder sin que ello fuera vía electoral tras el asesinato de Moise.

Miles de haitianos están soportando actualmente condiciones similares a las de una hambruna, ya que la violencia de las pandillas y las protestas paralizan la economía y dificultan la entrega de alimentos, denuncia el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

Haití ha pedido tropas a la ONU, Estados Unidos y otros países para ayudar a reprimir la violencia y controlar las pandillas.

Avivando el malestar

Con la situación en ebullición, las naciones vecinas están lidiando con la forma de ayudar sin avivar los disturbios ni repetir los errores intervencionistas del pasado.

Estados Unidos y Canadá entregaron vehículos blindados este mes a Haití, con personal de USAID ya en el terreno. El Consejo de Seguridad de la ONU votó la semana pasada a favor de una solución propuesta por México y Estados Unidos para imponer sanciones a ciertas figuras en Haití que, según el organismo multilateral, están alimentando los disturbios.

Estados Unidos y sus socios “consideran que el statu quo es insostenible dada la situación de inseguridad, de insalubridad pública, la situación de crisis económica que enfrentan los haitianos”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. “Seguimos trabajando con nuestros socios para determinar los próximos pasos”.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo asimismo la semana pasada que las conversaciones estaban en curso “con socios con la experiencia necesaria y que han expresado el interés de liderar ese esfuerzo y contribuir a una misión al margen de la ONU”.

“Estados Unidos está considerando las formas más efectivas de apoyar, habilitar y financiar directamente tal esfuerzo”, admitió Karine Jean-Pierre.

Mientras tanto, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, habló este mes con líderes de la región, incluida una llamada que hizo el 14 de octubre al presidente de Surinam, Chan Santokhi, quien preside el Caricom, un grupo de naciones caribeñas.

El líder canadiense también convocó una reunión de su Grupo de Respuesta a Incidentes, una mezcla de ministros y asistentes de alto nivel. Trudeau y la ministra de Relaciones Exteriores, Melanie Joly, también están sopesando opciones.

Trudeau y los líderes de Caricom discutieron la necesidad de neutralizar los bloqueos de caminos controlados por pandillas en todo el país que exacerban la crisis humanitaria, frenar el aumento del hambre e imponer sanciones a los funcionarios corruptos.

También abordaron formas de “facilitar un diálogo inclusivo dirigido por haitianos hacia elecciones libres y justas”, dijo la oficina de Trudeau en un comunicado.

Desconocidos hieren a tiros a un periodista en la capital haitiana

El periodista haitiano Roberson Alphonse, del diario Le Nouvelliste y de Radio Magik9, resultó herido este martes durante un ataque armado en su contra en Delmas 40B, una zona considerada roja en el área metropolitana de Puerto Príncipe.

Así lo informó a la prensa Frantz Duval, redactor jefe de Le Nouvelliste, medio de comunicación para el que el periodista trabaja desde hace más de quince años.

Alphonse resultó herido cuando se dirigía a presentar su programa matinal en Magik9 y su vehículo fue acribillado por una docena de balas.

Actualmente está recibiendo tratamiento en un hospital de la capital y su estado es estable.

El Ministerio de Cultura y Comunicación se declaró conmocionado al conocer el intento de asesinato contra Alphonse, a cuya familia le expresó su "total solidaridad".

Por otro lado, se informó que el abogado y comunicador Tess Garry, quien desapareció el 18 de octubre, fue encontrado muerto debajo de un puente en la ciudad de Les Cayes en circunstancias que no han sido aclaradas.

Al menos cinco periodistas han sido asesinados este año en Haití, en un contexto marcado por un deterioro sin precedentes de las condiciones de seguridad, caracterizado por el aumento de las bandas criminales, los casos de secuestro, los ataques armados, los robos y las violaciones.