El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha hallado signos de que Haití ha logrado "progresos significativos" en temas de gobernabilidad, en tanto que el experto independiente de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos, William O’Neill, calificó este miércoles de "dramática" la situación de las libertades fundamentales en este país, un asunto sobre el que "queda mucho por hacer", según dijo.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, designó en abril pasado a William O’Neill como experto en derechos humanos en Haití, tras una solicitud del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"Desgraciadamente, encontré un país marcado por la violencia, la miseria, el miedo y el sufrimiento. La situación de los derechos humanos es dramática, con todos los derechos pisoteados", dijo a la prensa O’Neill al término de una misión de diez días en Haití, donde se entrevistó con autoridades, miembros de la sociedad civil e intelectuales y visitó la Penitenciaría Nacional y la prisión civil de Cabo Haitiano.
Ante los periodistas, O’Neill denunció la violencia de las bandas que siguen sembrando el terror, en especial en más de la mitad de Puerto Príncipe, convertida en una zona sin ley.
Se refirió a las violaciones de mujeres y niñas, a menudo colectivas, por parte de miembros de estos grupos armados como modo de reafirmar su control sobre la población.
En su opinión, para poner freno a la violencia de las bandas, debe aplicarse inmediatamente el embargo de armas, principalmente de Estados Unidos, establecido por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"Hay muchos problemas y queda mucho por hacer por los derechos humanos en Haití", afirmó el experto, quien señaló que en este contexto de inseguridad las autoridades haitianas se enfrentan a grandes desafíos.
APOYO NECESARIO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
A su juicio, la magnitud de la crisis es tal que será esencial el apoyo adecuado y coordinado de la comunidad internacional para acompañar en el camino hacia una mejor gobernanza.
Según O’Neill, "el despliegue de una fuerza internacional especializada junto a la Policía Nacional Haitiana (PNH) es indispensable para restablecer la libertad de circulación de la población".
Esa fuerza, añadió, debe estar "en estrecha colaboración con la Policía para que sus capacidades puedan reforzarse a largo plazo, con todas las garantías de diligencia debida en materia de derechos humanos".
También será esencial la transferencia de tecnología y conocimientos, sobre todo en los ámbitos de inteligencia y lucha contra la violencia urbana.
UNA JUSTICIA QUE COMBATA LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD
En cuanto a la justicia, el experto recalcó que "un sistema judicial eficaz es esencial para combatir la corrupción y la impunidad, que alimentan el ciclo de la violencia y han paralizado al país durante décadas".
La falta de supervisión, rendición de cuentas y sanciones a los funcionarios judiciales crea un terreno fértil para la corrupción y la impunidad, argumentó quien en 1995 ayudó a crear la Policía Nacional Haitiana y la Escuela de Formación Judicial y que vivió y trabajó en este país durante años.
De acuerdo con O’Neill, el régimen de sanciones de la ONU es también un paso importante en la lucha contra la corrupción y la impunidad en Haití, el cual debe ir acompañado de medidas para llevar a los responsables ante la Justicia.
Para luchar contra la corrupción, subrayó la importancia de la transparencia de la información, incluidas las cuentas públicas.
"Haití se encuentra en un momento crucial de su historia. Es urgente actuar. La supervivencia de toda una nación depende de ello. El país tiene la opción de recuperarse, demostrando su determinación para superar la crisis y avanzar hacia un futuro mejor, o resignarse y hundirse aún más en el caos", alertó el experto.
Parar deportaciones de haitianos al ser imposible un retorno seguro
El experto independiente de Naciones Unidas asimismo pidió a los países de la zona parar las deportaciones masivas de haitianos porque el actual contexto no permite un retorno seguro.
"La violencia incesante y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Haití no permiten actualmente el retorno seguro, digno y sostenible de los haitianos al país. Algunos de los métodos de repatriación utilizados no cumplen las normas de derechos humanos y violan los acuerdos bilaterales de migración", afirmó el experto.
Hizo hincapié en la importancia de prioritariamente frenar las deportaciones de menores no acompañados y expresó su especial preocupación ante "los informes sobre tráfico de niños y mujeres migrantes, incluidas las denuncias de tráfico de órganos y trata de personas con fines sexuales".
Instó en concreto a República Dominicana
Ante las decenas de miles de migrantes repatriados a Haití, O’Neill instó a poner fin a las deportaciones masivas e instó en concreto a la vecina República Dominicana a respetar sus compromisos al respecto.
Además, consideró que las salidas masivas organizadas de haitianos en busca de una vida mejor han debilitado aún más los servicios en el país, al haberse producido un descenso significativo de la mano de obra, sobre todo en la policía y el sector sanitario.
En su opinión, garantizar la seguridad y la protección de la población, superar las deficiencias institucionales estructurales y restablecer la confianza en las instituciones públicas son requisitos fundamentales para celebrar elecciones libres y transparentes y para consolidar el Estado de derecho.
El FMI y su Programa Supervisado por el Personal (SMP)
A pesar del empeoramiento de las condiciones a nivel nacional y en la economía mundial, las autoridades de Haití han adoptado reformas importantes y así el país ha logrado un "progreso significativo" en temas de gobernanza como la transparencia, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI), que conformó una misión que redacta un acuerdo informal de monitoreo de su programa económico, denominado Programa Supervisado por el Personal (SMP).
Una economía global que ha ayudado a agravar la crisis humanitaria en Haití, que ha desplazado a decenas de miles de personas en medio de una escalada de la violencia de poderosas bandas armadas, inseguridad alimentaria y un resurgimiento del cólera, no ha impedido ese progreso apuntado por el FMI.
"Las autoridades han tomado medidas para fortalecer la rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos y han impulsado la transparencia de las compras públicas de recursos de emergencia", dijo un informe del organismo.
"La corrupción y los riesgos más extendidos de integridad financiera deben seguir abordándose de manera efectiva", admitió no obstante el FMI que destacó que entre las mejores halladas consta un nuevo código tributario que amplía la base impositiva del país y una mejor administración de ingresos que llevó la recaudación aduanera a un máximo histórico en los últimos meses, aunque partiendo de una base baja.
El presupuesto del país para 2023 es consistente con los objetivos acordados bajo el SMP, agregó, y su implementación hasta la fecha ha estado en línea con el objetivo de "reducir el financiamiento monetario del déficit presupuestario a niveles que el personal evalúe como no inflacionarios".
El FMI espera que la inflación alcance el 44,5% este año, después de que los precios del arroz, un alimento básico clave, subieron cerca del 70% en septiembre.
A principios de este año, pronosticó un déficit de financiamiento anual de 105 millones de dólares, o el 0,5% del PIB del país caribeño.