Amnistía Internacional (AI) denunció que el ultimátum de Israel a la población del norte de la Franja de Gaza para que se desplace hacia el sur podría constituir "una violación del derecho internacional humanitario" al poder equivaler a una orden de "desplazamiento forzado de la población civil".
La organización denunció en un comunicado que el Ejército israelí dio un ultimátum de 24 horas a los civiles para abandonar el norte de Gaza "por su seguridad y protección", una exigencia que incluso el portavoz militar israelí ha admitido que no se puede implementar en un día, recordó AI.
"Independientemente del plazo, Israel no puede tratar el norte de Gaza como una zona de fuego abierto por haber emitido esta orden. Sus fuerzas tienen la obligación de tomar todas las precauciones posibles para minimizar el daño a los civiles dondequiera que se encuentren en Gaza", señaló la organización.
Por este motivo, AI exigió la "rescisión inmediata" de esta orden de evacuación, que supone el "desplazamiento forzado masivo" de más de 1,1 millones de personas de toda la parte norte de la Franja de Gaza, uno de los lugares más densamente poblados en todo el mundo.
Esta decisión, que también según otras organizaciones internacionales incluso podría constituir un crimen de guerra, "ha sembrado el pánico entre la población" y ha dejado a decenas de miles de desplazados internos que se han visto obligados a dormir a la intemperie y "sin saber adónde huir".
AI recordó que el ultimátum, además, fue emitido en medio de una intensa campaña de bombardeos contra la Franja de Gaza, calificada como una acción de "castigo colectivo" en represalia por el ataque sorpresa del 7 de octubre de Hamás en Israel, que dejó al menos 1.300 muertos.
Los intensos bombardeos israelíes ya se han saldado con 1.800 muertos en Gaza, a lo que se suma un nivel de devastación de infraestructura civil e inmuebles residenciales nunca vista en guerras anteriores, y una situación al borde del colapso humanitario por el cerco total de Israel.
También hay más de 423.000 personas desplazadas en escuelas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) o mezquitas, y se ve a muchos hombres durmiendo en la calle mientras mujeres y niños permanecen dentro de los edificios abarrotados, dijo a EFE un residente del sur de Gaza.