El joven de 18 años que el sábado mató a diez personas e hirió a otras tres, en su mayoría negras, en un supermercado de la ciudad neoyorquina de Búfalo, escribió cuando estaba en el Instituto que quería cometer un tiroteo masivo, según el diario The Wall Street Journal (WSJ).

El periódico, que cita a un agente con conocimiento de la investigación, asegura que los profesores informaron a la Policía.

El comisionado de Policía de Búfalo, Joseph Gramaglia, reconoció durante una rueda de prensa celebrada este domingo que en junio del año pasado, el atacante, identificado como Payton Gendron, realizó una "amenaza generalizada, pero no una amenaza específica dirigida hacia un lugar o una persona en concreto".

Gramaglia, que no ofreció más detalles sobre dicha amenaza, se limitó a apuntar que la Policía investigó lo ocurrido, mantuvo una entrevista con él y lo trasladó a una institución mental para que fuera evaluado.

Según el WSJ, un día y medio después fue dado de alta.

"Hicieron su trabajo al máximo nivel que se pudo hacer en ese momento", subrayó Gramaglia, que no aceptó más preguntas.

Ayer, Gendron se trasladó en un vehículo desde Conklin, una localidad a 320 kilómetros al sureste de Búfalo, y lo aparcó en el estacionamiento del supermercado Tops hacia las 14.30 hora local (18.30 GMT).

Después salió armado del vehículo, ataviado con un chaleco antibalas, un casco y una cámara con la que retransmitió en vivo la masacre a través de la plataforma Twitch, perteneciente a Amazon, antes de entregarse a la policía.

Las autoridades están investigando lo sucedido como un ataque terrorista y un crimen de odio en base, entre otras cosas, a un manifiesto que al parecer el joven dejó escrito.

El obispo baptista Darius Pridgen aseguró durante una misa en honor de las víctimas que en el texto Gendron, de raza blanca, dejó escrito que quería matar a todos los negros.

Por su parte, la gobernadora Kathy Hochul, aseguró que el atacante también redactó que había elegido asesinar en ese barrio, porque era de mayoría negra.

"No fue un acto de violencia al azar. Hemos visto suficiente de esto. Vemos lo que sucede cuando hay demasiadas armas en nuestras calles y la gente se enoja o está en medio de una batalla entre pandillas y hay víctimas inocentes", dijo este domingo Hochul.

Banderas a media asta por víctimas

Las banderas izadas en los edificios públicos de Nueva York ondearán este lunes a media asta, en homenaje a las diez personas asesinadas y las tres que resultaron heridas en la masacre ocurrida el sábado en la ciudad neoyorquina de Búfalo.

“La violencia que presenciamos a manos de este supremacista blanco es repugnante, inaceptable y debe detenerse aquí”, dijo la gobernadora de Nueva York, en un breve comunicado, en el que agregó que las enseñas permanecerán izadas a media asta hasta que los fallecidos sean enterrados.

El tiroteo, perpetrado por un joven blanco de 18 años identificado como Payton S. Gendron, está siendo investigado como un ataque racista y terrorista, después de que se encontrara un manifiesto en el que al parecer aseguraba que quería matar a -"todos los negros" y, por eso, había decidido perpetrar la masacre en una zona habitada mayoritariamente por ciudadanos de la comunidad afroamericana.

De las 13 víctimas, entre heridos y fallecidos, once eran negras.

"Un ataque contra uno de nosotros es un ataque contra todos nosotros. Debemos afrontar el supremacismo blanco", agregó Hochul.

Está previsto que Gendron, que se entregó después del tiroteo, que él retransmitió en directo a través de una cámara que llevaba adosada al casco militar que vestía, comparezca ante un juez el próximo martes.

Según el comisionado de Policía de Búfalo, Joseph Gramaglia, Gendron hizo una "amenaza generalizada", en junio del año pasado, cuando estaba en secundaria, por la cual sus profesores informaron a la Policía.

Gramaglia, que no entró en detalles, agregó que no se trató de "una amenaza específica dirigida hacia un lugar o una persona en concreto".

El comisionado se limitó a apuntar que la Policía investigó lo ocurrido, mantuvo una entrevista con él y lo trasladó a una institución mental para que fuera evaluado.

De acuerdo con un agente cercano a la investigación, citado por el diario The Wall Street Journal, el acusado escribió que quería cometer un tiroteo masivo y este fue dado de alta de la institución mental día y medio después de su ingreso.