El mandatario electo, Donald Trump, retornó este 13 de noviembre a la Casa Blanca, donde fue recibido por el presidente Joe Biden. Ambos se reúnen en la Oficina Oval, una tradición del traspaso de poder pacífico y fluido en Estados Unidos, de la que Trump se rehusó a participar hace cuatro años cuando no reconoció su derrota ante Biden. El líder republicano también sostuvo un encuentro con los legisladores de su bancada conservadora.
Un retorno extraordinario a la sede del Gobierno en Estados Unidos.
Donald Trump, elegido dos veces presidente, aunque no de manera consecutiva, regresó este 13 de noviembre a la Casa Blanca para reunirse con el mandatario Joe Biden. Una especie de ritual o tradición en la que los jefes de Estado de la primera potencia marcan un traspaso pacífico del poder después de las elecciones.
Pero la escena de este miércoles contrasta con la de hace cuatro años, cuando Trump, entonces mandatario saliente, parecía un líder políticamente disminuido y derrotado al no reconocer su derrota en las urnas frente a Biden. De hecho, sus movimientos y denuncias sin pruebas sobre un supuesto fraude le llevaron incluso a investigaciones judiciales por el asalto de sus simpatizantes al Capitolio y el caso de interferencia electoral en Georgia.
Trump, entonces, se negó a reunirse con Biden en la Oficina Oval, con lo que saltó una tradición de larga data, mientras insistía en no reconocer su victoria.
Ahora, la reunión marca la transición entre los dos gobiernos, con el que Biden busca subrayar un traspaso pacífico, ordenado y fluido.
Todo a pesar de que el actual presidente pasó más de un año haciendo campaña para la reelección y denunciando a Trump como una amenaza a la democracia y los valores fundamentales de la nación. Biden luego se retiró de la carrera en julio y respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris para sucederlo.
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Un “traspaso responsable” del poder
La visita de este miércoles apunta a ser más que una simple visita de cortesía.
“Repasarán los principales temas, tanto de política interna como exterior, incluido lo que está sucediendo en Europa, Asia y Oriente Medio”, dijo Sullivan a CBS sobre la reunión del miércoles. “Y el presidente tendrá la oportunidad de explicarle al presidente Trump cómo ve las cosas… y hablar con el presidente Trump sobre cómo piensa abordar estos temas cuando asuma el cargo”.
Para Biden, también es la oportunidad de marcar diferencia con respecto al bochornoso escenario que planteó Trump cuando no reconoció su derrota y puso en duda el sistema electoral de su país.
"Él cree en las normas, cree en nuestra institución, cree en la transferencia pacífica del poder (…) Eso es lo que es la norma. Eso es lo que se supone que debe suceder", resaltó en la víspera del encuentro la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sobre la decisión de Biden de invitar a Trump.
Aunque Biden tiene la intención de utilizar la reunión para mostrar continuidad, la transición en sí está parcialmente estancada.
El equipo de Trump, que ya ha anunciado algunos miembros del gabinete del presidente entrante, aún no ha firmado acuerdos que darían lugar a espacios de oficina y equipos gubernamentales, así como acceso a funcionarios, instalaciones e información del gobierno, según la Casa Blanca.
“Los abogados de la transición Trump-Vance siguen interactuando de manera constructiva con los abogados de la Administración Biden-Harris en relación con todos los acuerdos contemplados por la Ley de Transición Presidencial”, señaló Brian Vance, portavoz de la transición de Trump, refiriéndose a la ley que rige la transferencia de poder.
Entretanto y tras la nueva elección de los estadounidenses de Trump como su próximo presidente, Biden ha dejado a un lado sus advertencias sobre el republicano. "El experimento estadounidense perdura. Vamos a estar bien", señaló en su discurso la semana pasada en el que reconoció la derrota del Partido Demócrata.
Biden está comprometido a "asegurarse de que esta transición sea efectiva, eficiente y lo está haciendo porque es la norma, sí, pero también lo correcto para el pueblo estadounidense (…) Queremos que esto salga bien", agregó Jean-Pierre. "Queremos que este sea un proceso que haga el trabajo", remarcó Jean-Pierre.
Una postura de la que se hizo eco el asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, quien subrayó que la Administración mantendrá el “traspaso responsable de un presidente al siguiente, que está en la mejor tradición de nuestro país”.
Aparte de las reuniones con agencias federales, Biden y Trump probablemente discutirán una gran cantidad de temas, incluida la política exterior.
El presidente saliente puede instar a Trump a respaldar a Ucrania que se defiende de la invasión de Rusia desde hace más de dos años. El apoyo de Washington a Kiev está en duda tras la victoria de Trump sobre Harris la semana pasada, y el republicano se ha comprometido a poner fin a la guerra “rápidamente” sin explicar cómo.
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Trump se reúne con los republicanos, tras arrebatar el control del Senado
Después de su reunión de 2016 con el entonces presidente saliente, Barack Obama, Trump también visitó a los legisladores en el Capitolio y hará lo mismo este miércoles. Será no muy lejos de donde una turba de sus partidarios organizó un violento ataque en enero de 2021 al Capitolio, corazón de la democracia estadounidense, para intentar detener la certificación de la victoria electoral de Biden.
Cuando Trump abandonó Washington en 2021, incluso algunos republicanos de alto rango habían comenzado a denunciarlo por su papel en ayudar a incitar el ataque al Capitolio. Pero su victoria en las elecciones de la semana pasada es una completa remontada política que ha visto a Trump convertirse una vez más en el líder indiscutible del Partido Republicano.
Sin embargo, no es la primera vez que el magnate convertido dos veces en presidente regresa al área del Capitolio desde el final de su primer mandato. Los republicanos del Congreso recibieron a Trump durante el verano, mientras Trump estaba consolidando nuevamente su dominio sobre el partido.
Su nueva visita llega luego de que los republicanos arrebataron la mayoría del Senado a los demócratas en las elecciones de la semana pasada. Además, están a punto de mantener el control republicano de la Cámara de Representantes. Un escenario que le da a Trump un amplio margen de maniobra en el Legislativo para implementar su agenda de gobierno.
En paralelo, los republicanos se encuentran en medio de sus propias elecciones de liderazgo que se llevan a cabo a puerta cerrada este miércoles.
Con Reuters y AP