Durante su investidura presidencial, Donald Trump protagonizó su primer desencuentro diplomático con su homólogo panameño, José Raul Mulino, después de que el republicano refrendara su pretensión de tomar control del Canal de Panamá en su discurso inaugural. Mulino defendió la posición de su país y rechazó cualquier posibilidad de ceder la vía interocéanica a Washington.

La primera batalla diplomática de la segunda Administración trumpista, a menos de 24 horas del regreso del republicano a la Casa Blanca. En su discurso de investidura, el nuevo presidente estadounidense volvió a poner en la mesa sus deseos expansionistas para su nuevo mandato, subrayando como prioridad la "recuperación" del Canal de Panamá.

"Hemos sido tratados muy mal por este imprudente regalo que nunca tuvimos que entregar y la promesa de Panamá se ha roto. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado ha sido totalmente violado", mencionó Donald Trump en su discurso, en donde aseguró "recuperar" el codiciado Canal de Panamá.

El magnate neoyorquino repitió las acusaciones que ya había pregonado en días pasados en contra del Gobierno panameño, afirmando que China es quien "está operando el Canal", por lo que esta presunta violación de los acuerdos Torrijos-Carter – firmados en 1977 y que le dan soberanía a Panamá sobre el canal – es el justificante en sus deseos por "recuperar" el control del paso marítimo.

Trump reconoció que sus aspiraciones en torno al Canal de Panamá están englobadas dentro la "restauración de Estados Unidos".

"Estados Unidos reclamará el lugar que se merece como el más grande y más poderoso y la nación más respetada de la Tierra, inspirando la admiración de todo el mundo", sostuvo el nuevo mandatario estadounidense desde la Casa Blanca.

"El Canal es y seguirá siendo de Panamá": Mulino rechaza los planes trumpistas

Casi de inmediato, el presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió contundentemente a los planes expresados por Trump en su discurso de investidura, afirmando que su Gobierno rechaza "de manera integral" las ideas del nuevo presidente estadounidense en torno al Canal de Panamá, sentenciando claramente:

"El Canal es y seguirá siendo de Panamá".

"En nombre de la República de Panamá y su pueblo, debo rechazar de manera integral las palabras esbozadas por el presidente Donald Trump relativas a Panamá y su Canal, en su discurso inaugural (…) el Canal es y seguirá siendo de Panamá", expresó el mandatario latinoamericano en una carta publicada en sus redes sociales, momentos después del discurso inaugural de Trump.

En el texto, Mulino también desmiente los señalamientos del magnate neoyorquino sobre un supuesto control chino, argumentando que "no hay presencia de ninguna nación del mundo" que interfiera con la administración panameña. Además, Mulino aclaró que el Canal de Panamá "no fue una concesión de nadie".

Finalmente, el presidente panameño hizo referencia al marco de Derecho Internacional otorgado por el tratado Torrijos-Carter, mencionando que Ciudad de Panamá hace uso de la base jurídica de los acuerdos para comandar sus relaciones en el extranjero, y resaltó al diálogo como "la vía para aclarar los puntos".

Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, respaldó la postura de Mulino, calificando de "incontestable" la soberanía panameña sobre el canal y rechazando rotundamente el posible "uso de la fuerza" desde Washington para recuperar su control.

"Reiteramos nuestro más absoluto compromiso con los Tratados Torrijos-Carter. La vigencia de estos Tratados es incontestable, como lo es la soberanía de Panamá sobre el Canal", mencionó Almagro en su cuenta de X.

Un duelo diplomático anunciado

Desde hace semanas, Trump había hecho pública su nueva actitud expansionista para su segundo mandato al frente de la Casa Blanca, con territorios como Groenlandia, Canadá y el Canal de Panamá como objetivos a tomar en cuenta dentro de su nueva política exterior. 

Sobre el Canal de Panamá, el republicano ha expresado en numerosas ocasiones sus hipótesis sobre la presencia de China dentro de la administración, señalando que, aunque es "esencial para Estados Unidos", este paso marítimo está "bajo control" de Beijing.

El supuesto control de Beijing del Canal de Panamá estaría representando una ventaja comercial para los buques chinos ante los estadounidenses, a los que, según la narrativa del republicano, se les estaría cobrando un precio inusualmente alto para cruzar la ruta. 

Trump llegó a dejar entrever la opción militar para rehacerse con el control del canal. "Podría ser que tengamos que hacer algo”, dijo el ahora presidente estadounidense al ser cuestionado sobre la posibilidad militar en Panamá.

Para algunos analistas, la retórica trumpista, más que alineada con deseos inamovibles de expansionismo y neo colonialismo dentro del continente americano, se relaciona con los deseos de negociación que tiene el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

"Estas declaraciones están en línea con la técnica de negociación habitual utilizada por Donald Trump, que consiste en pedir lo imposible y luego obtener concesiones que lo satisfagan", mencionó Richard Johnson, especialista en Estados Unidos de la Universidad Queen Mary de Londres, para France 24.

Por su parte, Mulino siempre ha defendido la autonomía de Panamá para administrar el canal que está dentro de su territorio, y que aunque fue construido por Estados Unidos en 1914, fue finalmente traspasado al Gobierno panameño en 1999 tras la culminación del proceso estipulado en los acuerdos Torrijos-Carter.

Los próximos meses serán claves para entender el futuro de la primera riña diplomática de la segunda era del trumpismo en Estados Unidos.

Con EFE, Reuters y medios locales