El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo 1 de diciembre la elección del empresario de origen libanés Massad Boulos como su asesor principal en asuntos árabes y de Medio Oriente. Boulos, suegro de Tiffany Trump, hija del futuro mandatario, se reunió con líderes de las comunidades árabes y libanesas durante la última campaña electoral.

El presidente electo de Estados UnidosDonald Trump, informó este domingo 1 de diciembre que el empresario libanés-estadounidense Massad Boulos servirá como asesor principal de su Gobierno en asuntos árabes y de Medio Oriente.

Se trata del segundo pariente político elegido por el presidente electo en menos de 24 horas.

Suegro de Tiffany Trump, hija del futuro mandatario, Boulos se reunió con líderes de las comunidades árabes y libanesas durante la última campaña electoral del republicano, quien tras su triunfo en las elecciones del pasado 5 de noviembre asumirá la Presidencia el próximo 20 de enero.

"Massad es un abogado consumado y un líder muy respetado en el mundo empresarial, con amplia experiencia en el escenario internacional", señaló Trump en su red social Truth y agregó que el escogido "jugó un papel decisivo" en la construcción de nuevas coaliciones con la comunidad árabe en Estados Unidos.

Massad Boulos es padre de Michael Boulos, esposo de Tiffany Trump -la hija menor del expresidente- y a quien llevó al altar en una boda celebrada en 2022 en Mar-a-Lago, residencia y club social del gobernante electo en Palm Beach, sur de Florida.

Trump defendió que Boulos, nacido en Líbano y que llegó a EE. UU. siendo adolescente, es un "partidario inquebrantable de la paz en el Medio Oriente", región que vive en conflicto desde el ataque del grupo islamista Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023.

La designación de Boulos supone la segunda en la que Trump escoge al suegro de una de sus hijas, tras dar a conocer el sábado la elección del empresario Charles Kushner, padre de su yerno Jared Kushner (casado con su hija Ivanka), como próximo embajador estadounidense en Francia.

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Su carta con la comunidad musulmana

La victoria electoral de Trump en Michigan se debió en parte a la ayuda de Boulos para convencer a algunos de los 300.000 árabes estadounidenses y musulmanes del estado que apoyaron abrumadoramente al actual mandatario, Joe Biden, en 2020, pero que se opusieron a sus políticas sobre Israel, Gaza y Líbano, indicaron a Reuters funcionarios de la campaña de Trump y partidarios.

"Boulos jugó un papel importante a la hora de llegar a los votantes musulmanes", sostuvo Rabiul Chowdhury, cofundador de Musulmanes por Trump.

A partir de septiembre, la campaña republicana celebró reuniones semanales en persona y vía Zoom con docenas de líderes cívicos y ejecutivos empresariales árabes estadounidenses y musulmanes.

Contactos con Hezbolá

Boulos ha estado en contacto con interlocutores de todo el espectro político del Líbano, según afirman tres fuentes que hablaron con él en los últimos meses, un hecho poco común en el Líbano, donde las rivalidades entre facciones que datan de hace décadas son profundas.

Destaca especialmente su capacidad para mantener relaciones con Hezbolá, grupo musulmán chiíta respaldado por Irán que cuenta con un gran número de escaños en el parlamento libanés y ministros en el gobierno.

Boulos es amigo de Suleiman Frangieh, un aliado cristiano de Hezbolá y su candidato a la Presidencia del Líbano. También mantiene contactos con el Partido de las Fuerzas Libanesas, una facción cristiana vehementemente anti-Hezbolá, según las fuentes, y tiene vínculos con legisladores independientes.

El nuevo cargo podría ofrecerle a Boulos el tipo de influencia política que no pudo lograr en el Líbano.

En 2018, participó brevemente en una candidatura al Parlamento libanés junto a candidatos pro-Hezbolá, pero desde entonces no se ha alineado de manera consistente con ningún partido en particular, dijeron fuentes libanesas.

Proviene de una familia ortodoxa griega. En el sistema sectario de reparto del poder del Líbano, eso limitaría sus posibilidades de un papel de alto nivel en el gobierno, como vicepresidente del Parlamento. El puesto de presidente, el cargo cristiano más alto del país, está reservado para los católicos maronitas.

"Es algo bueno y espero que trabaje para el Líbano. Y Trump tal vez sea del tipo que hace promesas y posiblemente sea más leal a ellas que otros", dijo Hamdi Hawallah, un libanés de unos 70 años.

"Por eso somos optimistas respecto a él. Hoy en día nos aferramos a un trozo de madera a la deriva sólo para ser optimistas".

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Con EFE y Reuters