Donald Trump prometió poner fin a la guerra en Gaza y, como primera medida, advirtió a Hamás de "un infierno" si no libera antes de su investidura a los rehenes en su poder. Por ello, envió a su delegado para Medio Oriente, quien se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu. France 24 analiza qué perspectivas tiene la apuesta de Trump.
Se agota el tiempo para que Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, concrete algún paso antes de su investidura, con miras a cumplir su promesa de poner fin a la guerra en Gaza.
Para cumplir ese propósito, el enviado para Medio Oriente de Trump, Steve Witkoff, se reunió este sábado 11 de enero con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. De acuerdo con la oficina del premier israelí, el encuentro estuvo motivado por un esfuerzo para asegurar un alto el fuego en el asediado enclave.
El enviado de Trump ya se encontraba en la región desde hace unos días. El viernes, Witkoff llegó a la capital qatarí, Doha, para reunirse con el primer ministro de ese país, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, como parte las acciones diplomáticas por un acuerdo
Según Rodrigo Melgar, experto en Relaciones Internacionales y Medio Oriente, este movimiento de Trump refleja "un afán de tomar firmemente las riendas de las negociaciones en Medio Oriente (…). Al tener presencia en el proceso, Trump se asegura de no quedar afuera de cualquier desenlace. Además, todo acuerdo que pueda lograrse bajo su égida sería un triunfo político para inaugurar su Administración".
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¿Pasos adelante?
Como parte de un posible avance representativo, también este sábado 11 de enero, Netanyahu envió una delegación de alto nivel, que incluye al jefe de la inteligencia israelí (Mossad), a Qatar para "avanzar" en los diálogos para el regreso de los rehenes retenidos por Hamás en Gaza, según un comunicado oficial.
Las familias de los rehenes israelíes celebraron la decisión del primer ministro de enviar a los funcionarios, mientras que el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas describió esto como una "oportunidad histórica".
En cuanto a las declaraciones de Hamás, una fuente del grupo palestino informó este sábado a la agencia de noticias EFE que las negociaciones para un alto el fuego en el enclave están en su "fase final".
Bajo condición de anonimato, la fuente mencionó el envío de la delegación de Netanyahu, señalando que los mediadores esperaban la llegada de los representantes israelíes a Doha para que presentaran "su aprobación de las últimas enmiendas" al texto del acuerdo.
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Según fuentes de seguridad egipcias, los mediadores de Egipto y Qatar han recibido garantías de Witkoff de que Estados Unidos seguirá trabajando en un acuerdo para poner fin a la guerra pronto.
Por su parte, un funcionario israelí subrayó este sábado que se han logrado avances en los diálogos indirectos entre Israel y Hamás, mediados por Egipto, Qatar y Estados Unidos, mientras la Franja de Gaza sigue bajo el asedio israelí y la crisis humanitaria allí se agudiza con el pasar de los días.
De acuerdo con fuentes sanitarias palestinas, más de 46,000 personas han muerto en el enclave debido a la incursión del Ejército de Netanyahu, desencadenada por el ataque de Hamás a las fronteras israelíes el 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y más de 250 rehenes, según recuentos israelíes.
Trump: “Se desatará el infierno” si no se llega a un acuerdo antes de su investidura
Este renovado esfuerzo de las partes involucradas en las negociaciones viene precedido por las palabras de Trump el martes 7 de enero, cuando aseguró en una rueda de prensa:
"si este acuerdo no está cerrado para la gente que representa a nuestra nación cuando yo llegue al cargo, se desatará el infierno".
Una amenaza renovada a solo unos días de su retorno oficial al poder, aunque el republicano no precisó dónde sería ese "infierno" ni quiénes serían los afectados.
Cuando Trump hizo su advertencia estaba acompañado de su negociador, Witkoff, quien aseguró que la posición de Hamás en los diálogos se había debilitado.
Uno de los mayores obstáculos para alcanzar un pacto ha sido la solicitud del grupo islamista palestino de que se acuerde, desde el principio, un cese permanente de la ofensiva israelí en Gaza. Sobre esto, Witkoff afirmó no estar seguro de que Hamás "tenga la influencia necesaria". "Pueden decir lo que quieran", agregó.
El analista Rodrigo Melgar destaca un punto importante sobre los esfuerzos de Estados Unidos: "En Doha, además del delegado de Trump, Steve Witkoff, también está presente Brett McGurk, el asesor de Medio Oriente de Biden".
Witkoff señaló que se ha mantenido en diálogo de manera casi diaria con el asesor del presidente saliente Joe Biden, elogiando la "sólida" coordinación del equipo del actual gobernante en las conversaciones.
Esta sintonía entre ambos mandatarios, el saliente y el entrante, ha sido crucial para la intervención negociadora estadounidense.
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Trump impulsa "la narrativa de esta negociación"
El delegado del magnate para estas negociaciones también comentó que "la personalidad del presidente Trump es tal, que él está impulsando la narrativa de esta negociación".
Sin embargo, los planes del republicano para Medio Oriente ya han sido refutados en el pasado.
Durante su primera Administración, según Melgar, "ofreció un acuerdo muy impráctico y poco viable para los palestinos, que fue rechazado", lo que refuerza su promesa de que "pagarán con todo si no ceden".
Respecto a la postura de Netanyahu frente al "afán" de Trump por acabar con la guerra, Melgar señaló:
"A Netanyahu le sirve demorar las negociaciones y esperar a la asunción de Trump o al menos hasta que esta sea inminente, sabiendo que el presidente electo de Estados Unidos es un gran aliado suyo".
¿Está Trump a favor de la solución de dos Estados para el conflicto?
"En principio, diría que sí, aunque su proyecto de dos Estados contempla escasamente la postura palestina", indicó el analista Melgar en diálogo con France 24. Washington, claramente del lado de Israel, tomaría decisiones que favorecerían más a un lado que al otro.
Además, Melgar enfatizó que "es difícil que prospere un acuerdo limítrofe entre ambas partes cuando las bases mínimas de negociación, sus respectivos puntos de partida, están tan alejados", y "la convergencia es prácticamente nula".
"Cierto es que la supremacía militar israelí podría inclinar la balanza a favor de Israel en las negociaciones", concluyó el experto. No obstante, "el apoyo del que goza la causa palestina en el mundo podría reforzar la determinación de los palestinos a no ceder".
Con Reuters, AP y EFE