Tras la huida de Bashar al-Assad, una de las principales preguntas es cómo encontrar los bienes obtenidos de manera ilegal por el exdictador sirio y su familia a lo largo de las décadas. Para ello, es necesario tener una idea de la fortuna en manos de su clan.
Unas decenas de millones de dólares por aquí, más de 200 millones de dólares por allá. Desde que Bashar al-Assad huyó a Rusia el domingo 8 de diciembre, se han intensificado los esfuerzos para localizar la fortuna oculta del exdictador sirio, señala el 'Wall Street Journal' en una investigación publicada el domingo 15 de diciembre.
"Es inevitable que se produzca una caza mundial de activos pertenecientes a la familia Assad, ya que los miembros del régimen han tenido mucho tiempo para ocultar su riqueza", declaró Andrew Tabler, especialista en sanciones contra el régimen sirio en el Washington Institute, al diario estadounidense 'The Wall Street Journal'.
Varias toneladas de billetes
Esta búsqueda ya ha comenzado… al menos en los medios de comunicación. La web británica The I Paper informó el domingo que Bashar al-Assad y sus allegados aún tienen 55 millones de libras (66 millones de euros) en una cuenta bancaria del HSBC en Londres. A raíz de ello, varios políticos británicos, entre ellos el diputado conservador Iain Duncan, pidieron al Gobierno que actúe "para garantizar que estas ganancias mal habidas se utilicen para reconstruir" Siria.
Ese mismo día, 'The Financial Times' reveló cómo Bashar al-Assad había logrado eludir las sanciones internacionales para transferir alrededor de 250 millones de dólares a cuentas bancarias en Rusia entre 2018 y 2019. Para escapar al escrutinio internacional, el entonces líder de Siria hizo transportar a Moscú casi dos toneladas de billetes de 100 y 500 dólares, revelan documentos que el diario británico pudo consultar.
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Pero éstas son solo unas gotas en el océano de riquezas que se sospecha que Bashar al-Assad tiene refugiadas en el extranjero. Es casi imposible hacerse una idea precisa de los fondos de los que puede disponer el exdictador fugitivo.
En primer lugar, porque "hay que distinguir entre los bienes que controlaba en Siria mientras dirigía el país y el patrimonio personal del clan Assad", señala Scott Lucas, especialista en Oriente Próximo y Norte de África de la Universidad de Birmingham (Reino Unido). En efecto, algunas estimaciones apuntan a una fortuna colosal de entre 12.000 y 16.000 millones de dólares, pero "estos cálculos tienen en cuenta activos como las toneladas de lingotes de oro que Bashar al-Assad probablemente no pudo llevarse consigo cuando huyó del país", explica Scott Lucas.
2.000 millones de dólares… como mínimo
Fue el Gobierno estadounidense el que estableció la estimación de referencia en 2022… aunque las propias autoridades estadounidenses admiten que probablemente sea errónea. Según el Departamento de Estado, Bashar al-Assad y su familia inmediata tenían al menos entre 1.000 y 2.000 millones de dólares en activos en ese momento.
El clan Assad ha llenado sus arcas personales principalmente "apoderándose de sectores enteros de la economía —como las telecomunicaciones, la construcción, la banca y el transporte de mercancías— desde que Hafez al-Assad, padre de Bashar al-Assad, tomó el poder en la década de 1970″, señala Iain Willis, abogado del bufete británico Latymer Partners, que fue uno de los primeros, ya en 2012, en intentar evaluar la fortuna de Bashar al-Assad.
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Para este especialista, las sanciones internacionales impuestas al país no han sido necesariamente muy punitivas para el círculo íntimo en el poder. "También pueden enriquecer a los dirigentes, porque todas las transacciones sancionadas tienen que pasar por canales que a menudo controla la familia gobernante", señala.
Esto es también lo que han descubierto las autoridades estadounidenses al detallar el dinero amasado a lo largo de los años por Asma al-Assad, la esposa del antiguo dictador. En particular, se la acusa de haber malversado millones de dólares de ayuda humanitaria pagada durante años por organizaciones internacionales a organizaciones benéficas sirias, algunas de las cuales supervisaba la ex primera dama.
Bashar al-Assad también pudo beneficiarse de los frutos del tráfico de drogas, como el captagon, supervisado por su hermano Maher al-Assad. A lo largo de los años, esta droga sintética ha reportado miles de millones al régimen sirio, al que se acusa de actuar como un auténtico "narcoestado".
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Muñecas rusas para esconder el dinero
Para las autoridades estadounidenses, estos son solo algunos ejemplos de cómo Bashar al-Assad y su entorno han podido enriquecerse a costa de un país cuya economía está moribunda desde el inicio de la guerra civil en 2011.
"La estimación del Departamento de Estado estadounidense es probablemente conservadora. La razón es que es muy difícil separar los activos del círculo íntimo de Assad de los de parientes más lejanos, como primos, que se beneficiaron del antiguo régimen. Bashar al-Assad ha hecho muy difícil determinar quién controla qué", afirma Iain Willis.
No se limitó a jugar la carta de la familia para cubrir sus huellas. Los mecanismos financieros ideados por el régimen dificultan enormemente el rastreo del origen de los fondos. "La complejidad reside en la arquitectura utilizada para ocultar la propiedad de los activos en cuestión. En el caso francés en el que trabajamos, se trataba de todo un sistema de SCI (sociedades de inversión inmobiliaria) en Francia, en manos de sociedades 'holding' en varios paraísos fiscales donde es prácticamente imposible identificar a los propietarios debido a la falta de cooperación de estas jurisdicciones", resume Mensous Chanez, responsable de litigios y defensa de la ONG Sherpa, que obtuvo una victoria judicial en septiembre de 2022 contra Rifaat al-Assad, tío de Bashar al-Assad, en un caso de ganancias obtenidas de manera ilegal.
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Un sistema financiero de muñecas rusas que a menudo pasa o acaba en… Rusia, donde Al-Assad ha encontrado refugio. En Moscú, su familia posee una de las muestras más ostentosas de su riqueza: 18 pisos de lujo en uno de los rascacielos más grandes de Europa. Fueron comprados por los primos de Bashar al-Assad, que "esencialmente sirven como sus gestores de riqueza", dijo un analista sirio que pidió el anonimato al diario 'Financial Times' en 2019.
Pero esto es solo la punta del iceberg. Se sospecha que Bashar al-Assad ha abierto múltiples cuentas bancarias en su nuevo país de acogida. Fondos "que muy probablemente será imposible recuperar para ayudar a Siria a reconstruirse", afirma Scott Lucas. Al menos mientras Vladimir Putin proteja al depuesto líder.
Sin embargo, Bashar al-Assad no ha puesto toda su riqueza en un solo lugar. Ha diversificado sus destinos "sobre todo desde que Rusia está en el punto de mira de las sanciones internacionales. Tiene activos en Dubai y otros países del Golfo, así como en Europa y Asia", resume Iain Willis. Se sospecha que tiene cuentas en Hong Kong, y Rifaat al-Assad ha adquirido un edificio en pleno centro de Londres valorado en más de 31 millones de euros.
¿Imposible una restitución?
"Va a ser muy complicado hacer una lista de todos los bienes de la familia Assad, iniciar un proceso judicial, organizar la cooperación internacional y luego encontrar la mejor manera de garantizar que esos fondos ayuden a la población siria. No es imposible, pero llevará mucho tiempo, y Siria necesita el dinero cuanto antes", resume Scott Lucas.
En cualquier caso, el ejemplo francés demuestra que los activos del clan Assad no son intocables. Rifaat al-Assad ha sido condenado a devolver 90 millones de euros en ganancias mal habidas. Un precedente que "será, que yo sepa, la primera prueba para ver cómo se pueden devolver estos fondos a Siria", asegura Mensous Chanez. El largo trabajo de las ONG, entre ellas Sherpa, ha llevado a la adopción en Francia, en 2021, de una ley destinada a facilitar la restitución de las ganancias mal habidas. Sin embargo, el procedimiento podría llevar aún años.
¿Es hora de que Bashar al-Assad disfrute de la buena vida en Moscú? No tan rápido, subraya Scott Lucas. "Todo dependerá de la buena voluntad de Vladimir Putin", asegura. ¿Tendrán acceso a sus abogados y a todas sus cuentas? Para Scott Lucas, "la familia estará probablemente bien alojada y alimentada, pero desde luego no tendrá todo lo que desea".
Adaptado de su original en francés