La máxima estancia judicial del país norteamericano protegió, de forma momentánea, el acceso al medicamento más utilizado por las estadounidenses para abortar después de que un juez de Texas restringiera su acceso hace dos semanas. Los jueces que forman parte de la institución accedieron así a los requerimientos de emergencia del Ejecutivo de Joe Biden y de la farmacéutica encargada de su fabricación.

Las mujeres estadounidenses seguirán teniendo el acceso hasta ahora presente a la píldora abortiva mifepristona, la más utilizada en esta nación. Así falló el Tribunal Supremo después de dos semanas de polémica y requerimientos lanzados desde la Administración Biden y la empresa que elabora este fármaco después de que un juez en Texas restringiera su uso.

Su acceso quedará plenamente garantizado mientras continúa la batalla legal sobre el futuro del aborto en varios estados. Esta decisión ha sorprendido a muchos defensores de este derecho, ya que este mismo Tribunal Supremo -que posee mayoría conservadora en la actualidad- fue el mismo que eliminó el derecho al aborto a nivel federal tras contradecir la famosa sentencia del caso 'Roe vs. Wade' de 1973. Un retroceso de 50 años que sembró polémica en todo Estados Unidos y resonó en todo el planeta.

El uso de este fármaco está autorizado en Estados Unidos desde el año 2000 y lo han utilizado más de cinco millones de personas después de que obtuviera el visto bueno en esa fecha de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). La mifepristona se utiliza en combinación con un segundo fármaco, el misoprostol, en más de la mitad de los abortos practicados en Estados Unidos.

El juez ultraconservador de Texas trató que el acceso al medicamento fuera legal solamente durante las primeras siete semanas de embarazo -y no las diez actuales- y solamente después de haber acudido a una consulta médica y no de forma libre, algo que dificultaba su uso especialmente para las personas de bajos recursos que no pueden costearse una consulta en el costoso sistema sanitario estadounidense.

En un principio, el Tribunal Supremo había dicho que decidiría antes del miércoles si las restricciones podían entrar en vigor mientras continuara el caso. Esto hizo que saltaran las alarmas en cuanto a la decisión final del Alto Tribunal ya que, aparentemente, no hubo ninguna explicación para esta decisión.

Finalmente, la mayoría del tribunal dirimió que los argumentos que sostenían que permitir la entrada en vigor de las restricciones contenidas en sentencias de tribunales inferiores perturbaría gravemente la disponibilidad de la mifepristona eran contundentes. A pesar de ello, dos jueces de la institución -Samuel Alito y Clarence Thomas- votaron a favor de aplicar las restricciones.