Un ataque con artillería golpeó este sábado Omdurmán, al norte de Jartum, dejando al menos 54 muertos. Testigos señalan que los disparos provinieron de una zona controlada por las FAR, el grupo paramilitar liderado por Hemetti, que combate al ejército sudanés desde abril de 2023. El hospital Al-Naw, uno de los pocos aún operativos, está desbordado con la llegada de heridos.

Al menos 54 personas fueron asesinadas este sábado en Omdurmán, Sudán, tras un ataque en un mercado, según informó la agencia de prensa AFP citando a una fuente médica del hospital Al-Naw.

La persona, que pidió el anonimato y atribuyó el ataque a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), advirtió que el hospital está desbordado por la cantidad de heridos y necesita con urgencia más unidades de sangre y equipo médico para atender a las víctimas. Un voluntario, que también trabaja en el centro de salud, señaló la escasez de "mortajas y camillas para trasladar a los heridos".

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El hospital Al-Naw es uno de los pocos que siguen funcionando en la región y ha sido blanco de varios ataques en el contexto de un conflicto devastador que ha dejado funcionando solamente entre el 20 % y el 30 % de las infraestructuras sanitarias del país.

Un testigo que sobrevivió al ataque relató a la misma agencia que "los cohetes cayeron en medio del mercado de verduras, por eso hay tantas víctimas y heridos".

Otros testigos señalaron que los disparos de artillería y los ataques con drones provinieron del oeste de la ciudad, una zona bajo control de las FAR.

Omdurmán, considerada la ciudad gemela de Jartum, está situada al norte de la capital sudanesa, separada de esta por el río Nilo. Tras meses de retrocesos en Jartum, el ejército sudanés lanzó una ofensiva y recuperó posiciones estratégicas, incluida su sede central, que había estado sitiada por los paramilitares desde el inicio de la guerra en 2023. Como resultado, las FAR fueron expulsadas de varias de sus bases en la capital y empujadas cada vez más hacia la periferia.

El avance de la guerra y el temor a la partición del país

El viernes, el líder de las FAR, Mohamed Hamdane Dagalo, conocido como Hemetti, reconoció por primera vez los reveses sufridos y prometió retomar la capital. "Los expulsamos [de Jartum] y los expulsaremos de nuevo", declaró en una inusual intervención en video.

Con el ejército consolidando su avance en la capital y el este del país, y las FAR intensificando su ofensiva en El Fasher, en la región de Darfur, así como reanudando ataques en Omdurmán, resurgen los temores de una posible partición de Sudán con cada bando ejerciendo control sobre distintas regiones del país.

Desde el inicio de la guerra, Jartum ha quedado irreconocible, con vastas zonas ocupadas por combatientes. Entre abril de 2023 y junio de 2024, unas 26.000 personas fueron asesinadas en la capital, según un informe de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, mientras que al menos 3,6 millones de habitantes han huido, de acuerdo con la ONU.

Los bombardeos sobre áreas residenciales se han vuelto habituales, según testigos que aún permanecen en la ciudad. Al menos 106.000 personas sufren hambre extrema en Jartum, asegura un sistema de clasificación respaldado por agencias de la ONU. En todo el país se ha declarado hambruna en cinco regiones, principalmente en Darfur, devastada por la guerra, y se prevé que otras cinco zonas entren en esta categoría para mayo, según la misma fuente.

La administración del expresidente estadounidense Joe Biden sancionó a Hemetti, acusando a sus fuerzas de cometer un "genocidio", e impuso medidas similares contra el general Abd al-Fattah al-Burhan, acusando a su ejército de atacar escuelas y hospitales y de utilizar la privación de alimentos como arma de guerra. La nueva administración estadounidense aún no se ha pronunciado sobre la crisis en Sudán.

¿Cómo se llegó a esta situación?

Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) son un grupo paramilitar creado por el expresidente islamista Omar al Bashir y que depende de la Inteligencia sudanesa. Desde su reconversión en 2013 están lideradas por Hemedti que, tras el golpe de Estado de 2021, es el vicepresidente del Consejo Soberano y número dos del Ejército.

El grupo fue acusado de asesinar y secuestrar a manifestantes prodemocráticos durante la revolución que derrocó al régimen del exdictador tras tres décadas en el poder. 

Con el golpe de Estado de octubre inició una transición democrática. El líder militar Abdelfatah al Burhan -junto con Hemedti- depuso al gobierno civil de transición, que dirigía el país tras la revolución sudanesa, pero el acuerdo político definitivo quedó pospuesto por falta de consenso sobre la creación de un Ejército unificado con las FAR.

Las tensiones siguen aumentando sobretodo debido a que los combatientes de las FAR proceden en su mayoría de la tribu riezigat, originaria de Chad, y han tomado por la fuerza las minas de oro, el principal recurso de Sudán

Con AFP, AP y medios locales