La recuperación de 78 cadáveres y el rescate de 216 sobrevivientes en una mina ilegal de Stilfontein, Sudáfrica, desató una tormenta de acusaciones a las autoridades. La Policía, señalada por sindicatos de bloquear deliberadamente el suministro de alimentos y agua durante meses, enfrenta denuncias de "negligencia estatal".

Al menos 78 cadáveres fueron recuperados de una mina de oro ilegal en Stilfontein, Sudáfrica, tras meses de bloqueo policial que cortó el suministro de alimentos y agua. La operación, calificada por los sindicatos de “horrible represión”, volvió a llamar la atención sobre la difícil situación de los mineros desesperados de la región.

Los equipos de rescate corren a contrarreloj para llegar a los cientos de personas que se cree que están atrapadas a unos 2 kilómetros bajo tierra. El rescate ordenado por los tribunales, que comenzó el lunes, sacó hasta ahora a la superficie a 216 sobrevivientes. Muchos de ellos estaban visiblemente débiles y desorientados.

Esfuerzos de rescate en curso

La Federación Sudafricana de Sindicatos ha acusado a las autoridades de negligencia, afirmando en un comunicado de prensa que a los mineros, muchos de los cuales son trabajadores indocumentados procedentes de países vecinos como Mozambique, Zimbabue y Lesoto, “se les dejó morir de hambre en las profundidades de la tierra”.

Mametlwe Sebei, dirigente sindical, afirmó que la crisis se agravó cuando la policía desmanteló en agosto un sistema de poleas que se había utilizado para entregar suministros vitales a los mineros. Al parecer, algunos murieron intentando escapar por túneles inundados.

"Estos mineros, muchos de ellos trabajadores indocumentados y desesperados de Mozambique y otros países del sur de África, fueron abandonados a su suerte en una de las muestras más horribles de negligencia estatal deliberada en la historia reciente", afirmó en un comunicado.

La policía rechazó las acusaciones de negligencia, y su portavoz, Athlenda Mathe, declaró el miércoles: “Nuestro mandato era combatir la delincuencia, no facilitarla. Proporcionar comida o agua habría permitido que estas actividades ilegales continuarán”.

"Desastre humanitario"

Las autoridades informaron que 1.576 mineros consiguieron escapar sin ayuda antes de que comenzara la operación de rescate. Todos fueron detenidos, y 121 deportados, según las autoridades. El número actual de muertos evidencia que es uno de los incidentes más mortíferos en la historia reciente de Sudáfrica.

La minería ilegal, impulsada por la pobreza y la desesperación económica, está muy extendida en las regiones sudafricanas ricas en oro. Los mineros, conocidos localmente como “zama zamas” -término zulú que significa “arriesgarse”- operan con frecuencia en minas comerciales abandonadas, a menudo bajo el control de bandas violentas.

El Gobierno sudafricano defendió sus acciones en Stilfontein como necesarias para combatir la minería ilegal, que, según el ministro de Minería, Gwede Mantashe, costará al país más de 3.000 millones de dólares solo en 2024. “Se trata de una actividad delictiva”, declaró Mantashe el martes.

Sin embargo, los críticos sostienen que el enfoque del Gobierno ha sido excesivo. La Alianza Democrática, segundo partido político sudafricano, ha pedido una investigación independiente sobre la operación de Stilfontein, calificando la situación de desastre humanitario.

Con Reuters