El fundador de WikiLeaks se pronunció por primera vez tras haber recuperado su libertad en junio, luego de haber permanecido encarcelado durante doce años. En una declaración hecha desde el Consejo de Europa este martes primero de octubre, aseguró que fue el acuerdo judicial en el que afirmó ser culpable de hacer periodismo, el que hoy le permite volver a moverse sin el temor a ser arrestado o extraditado. 

Julian Assange ya no tiene miedo. Tras doce años privado de la libertad, el fundador de WikiLeaks se pronunció por primera vez para aclarar que si recuperó la posibilidad de volver a su vida normal fue por el acuerdo judicial en el que se declaró culpable de hacer lo que le apasiona, el periodismo.

En la declaración que ofreció este martes primero de octubre desde la sede del Consejo de Europa, el periodista australiano de 53 años afirmó que ya no teme ser ni arrestado ni extraditado a Estados Unidos por cuenta del ejercicio del oficio. 

"Quiero ser totalmente claro: no soy libre porque haya funcionado el sistema. Soy libre, tras años de encarcelamiento, porque me declaré culpable de haber hecho periodismo", aseguró Assange desde Estrasburgo, la ciudad francesa en la que se abrió por primera vez a dar una declaración, tras ser liberado el pasado 25 de junio. 

Leer tambiénTras un acuerdo con la Justicia estadounidense, "Julian Assange está libre", anuncia WikiLeaks

Sin titubeos y fiel al estilo de comunicación directa que lo caracteriza, Assange se describió como un preso político. Acusó a las autoridades de EE. UU. de recurrir a la legislación de espionaje para acusarlo por filtración de datos a través de la divulgación de cientos de archivos que pusieron en jaque material confidencial de Washington acerca del manejo del conflicto tanto en Afganistán como en Irak, hace ya 14 años. 

La odisea que ha marcado la vida de Assange estos últimos años se inició en 2010, cuando se conocieron los documentos que lo pusieron en el ojo del huracán y que también contenían información clasificada sobre el registro de una serie de detenciones en Guantánamo. Entre 2012 y 2019, el periodista permaneció en la Embajada de Ecuador en Londres y luego fue trasladado hasta la prisión de máxima seguridad ubicada en Reino Unido. 

Leer tambiénLa saga judicial detrás de los más de 10 años de reclusión de Julian Assange

Assange llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en el que admitió ser culpable de haber violado la citada ley de espionaje. Una declaración que, aunque implicaba cumplir una condena de 62 meses de prisión, terminó por anularse al considerar el tiempo que ya había permanecido tras las rejas. 

Durante la declaración, que se extendió por poco menos de una hora, Assange puso sobre la mesa el impacto de estos 12 años de momentos marcados por lo que calificó como asedio y que, según sus palabras, llegaron afectar su vida no solo profesional, sino también personal. 

 

Sin reparos, Assange indicó que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) actuó en contra de la organización sin ánimo de lucro que él creó en el año 2006 bajo la denominación de WikiLeaks. Esto hacía referencia a la divulgación mediática de un presunto caso de espionaje en la Embajada de Ecuador a través de la compañía de seguridad UC Global, liderada por el exmilitar de origen español David Morales.  

Como consecuencia de esta investigación existen dos causas abiertas, una penal en España, con cierto número de víctimas, entre ellas mi mujer, mi hijo, gente que vino a visitarme a la Embajada de Ecuador, abogados y periodistas; y una causa civil en Estados Unidos en contra de la CIA, detalló Assange. 

La advertencia de Assange sobre el peligro que acecha a la prensa

Para Assange, los derechos de los editores y periodistas están en evidente riesgo, por lo que urge el refuerzo de los mecanismos que permitan que no se trunque la libertad de prensa y que los investigadores cuenten con mayor protección. 

En sus palabras: la misión de los periodistas es la de ser una suerte de "activistas de la verdad". Por eso, instó a sus colegas a ir más allá en el rastreo de datos de asuntos de interés público. 

El pronunciamiento de Assange tuvo lugar justo en la jornada previa a la sesión del miércoles 2 de octubre de la Asamblea Parlamentaria en la que se votará la resolución que lo define como un preso político y que advierte acerca del efecto de su arresto en la interpretación de las libertades con las que cuentan quienes ejercen el periodismo.

El borrador de la resolución apunta a que, en efecto, las filtraciones de WikiLeaks por las que fue acusado Assange sí habrían amenazado la seguridad de Estados Unidos, pero a la vez sugiere que la legislación que regula el espionaje debería ser modificada a fin de que no pueda ser aplicada de manera directa en contra de periodistas o editores. 

Con Reuters y EFE