Este miércoles se cumplen 12 años del inicio de las protestas antigubernamentales contra el presidente sirio, Bashar al-Assad, que terminaron en una violenta guerra civil en este país de Oriente Medio. En las calles de Idlib, en manos de la oposición, se dieron cita cientos de manifestantes que siguen protestando contra de Al-Assad. Entretanto, el presidente se reunió en Moscú con uno de sus poderosos aliados, el presidente ruso Vladimir Putin.
Este miércoles miles de sirios salieron a las calles en Idlib, el último gran bastión opositor, para conmemorar los 12 años de las primeras protestas contra el presidente Bashar al-Assad, que devinieron en la posterior brutal represión del Gobierno y en una cruenta guerra civil, que aún continúa.
El conflicto ha dejado más de 500.000 muertos, unos 13 millones de desplazados, una profunda crisis económica y una alerta de hambruna a gran escala. La mitad del país está ad portas de enfrentar inseguridad alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, debido al fuerte terremoto que sacudió al país junto con Turquía el pasado 6 de febrero.
Una de las asistentes a las manifestaciones, Salma Seif, dijo que junto a otros era de los que participaron en las protestas reiteró su resistencia contra el Gobierno de Al-Assad.
“Estamos aquí hoy, con motivo del duodécimo aniversario, para llevar al mundo entero el mensaje de que mantenemos las demandas que motivaron nuestro movimiento al inicio y para dar a conocer al mundo la opresión que hemos enfrentado, desde la detención hasta el desplazamiento y los asesinatos”, sentenció la manifestante.
Seif, quien aseguró pertenecer a una asociación de 175 mujeres sobrevivientes de la detención, agregó: "No daremos marcha atrás y no permitiremos que ningún político de este mundo, sin importar cuánto intente normalizar lazos con el régimen, para obligarnos a abandonar nuestras demandas".
Otro de los manifestantes, Abou Chahid, dijo que fueron a Idlib desde diferentes provincias para "conmemorar el aniversario de la revolución".
"Estamos orgullosos de haber cruzado la barrera del miedo y habernos enfrentado a los crímenes de Bashar al-Assad. No nos importan las declaraciones hechas en el extranjero. La elección final depende de la gente", añadió.
En dos pancartas puestas en la fachada de un edificio de la plaza principal de la ciudad podía leerse: "El pueblo exige la caída del régimen" y "Libertad y dignidad para todos los sirios".
En estas áreas que están fuera de control de Damasco, la capital siria, viven unos cuatro millones de personas. Según estimaciones, la mitad son desplazados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que hubo una protesta similar aunque menos concurrida en la localidad de Afrín. El organismo indicó que también hubo otras manifestaciones en al menos dos puntos fuera de Idlib y Alepo.
La represión se extiende en Siria
A finales de 2022 en Deraa y Al Sueida se presentaron unas protestas simbólicas contra el Gobierno de Al-Assad, una de ellas terminó en una interrupción en el Ayuntamiento de la capital de Al Sueida y dejó al menos dos muertos.
Estas manifestaciones se presentan con poca regularidad debido a la fuerte represión de las tropas progubernamentales que aplacan cualquier movimiento contra el presidente.
Tras doce años del estallido de las protestas, aún en la población de Deraa existen violentos enfrentamientos entre las milicias iraníes y libanesas que son aliadas del Gobierno y el grupo yihadista Estado Islámico.
Assad y sus renovadas relaciones con Putin
Tras el inicio de la violenta guerra civil que empezó luego de las revueltas de 2011, varios líderes del mundo árabe rompieron relaciones o se distanciaron de Bashar al-Assad. Una situación que podría estarse revirtiendo, ya que el presidente sirio inició hace unas semanas una gira diplomática por diferentes países. Este jueves estuvo en Moscú con el presidente Vladimir Putin.
En la reunión de los dos mandatarios, Bashar al-Assad, sentenció que apoyaba la invasión rusa a Ucrania, ya que, según sostuvo, Rusia está luchando contra los "neonazis" y “viejos nazis” en Ucrania, a los que Occidente había acogido y les prestaba apoyo. Assad no ofreció ningún tipo de evidencia.
El apoyo militar que le ha dado Moscú a Damasco le sirvió de ayuda para darle un giro a la guerra civil que buscaba la democracia. Precisamente, Putin recalcó en la reunión la "contribución decisiva" del Ejército ruso para estabilizar el país.
El Kremlin emprendió una campaña militar en Siria desde septiembre de 2015, además se asoció con Irán. Una alianza que tenía el objeto de que Al-Assad luchara contra la oposición y pudiera así recuperar el control de la mayor parte del país.
A pesar de que Rusia tiene puestos sus ojos sobre Ucrania, en Siria mantiene aviones de combate y tropas en bases militares.
Siria volvería a la Liga Árabe
Además de renovar las relaciones con Moscú, Bashar al-Assad volvió a reestablecer relaciones con otros países árabes tras el terremoto.
Túnez dice que espera volver a tener lazos con Siria próximamente. Entre tanto, los ministros de relaciones exteriores de Egipto y Jordania sostuvieron reuniones con Al-Assad por primera vez desde 2011.
Los principales parlamentarios acordaron en una cumbre en Bagdad poner fin al aislamiento político de Siria.
Para Arabia Saudita existe un consenso entre los países de la Liga Árabe de restaurarle a Siria su membresía que también había sido suspendida en 2011.
Con esta reconciliación Damasco pretende desbloquear parte de los fondos para reconstruir el país luego de los sismos.
Qatar que es un gran partidario de la oposición Siria quiere que Assad haga concesiones a sus detractores para dar un paso hacia la reconciliación.
De todas maneras, Estados Unidos y la Unión Europea se oponen a la liberación de las sanciones, ya que el Consejo de Seguridad de la ONU espera que Damasco implemente la resolución 2254, adoptada en 2015 como hoja de ruta para la paz del país de Medio Oriente.
Según la resolución, Al-Assad deberá someterse a un nuevo proceso político, que comenzaría con la formación de un nuevo Gobierno de transición. También tendrá que redactar una nueva Constitución y llamar a unas elecciones que deben estar supervisadas por la ONU.
Con Reuters, EFE y AP