El Comité de Finanzas del Senado estadounidense aprobó en primera instancia este martes a Robert F. Kennedy Jr, nominado por el presidente Donald Trump como secretario de Salud, para que avance el proceso de llevar las riendas de la cartera sanitaria a pesar de la postura antivacunas que negó el pasado 29 de enero. 

Robert F. Kennedy Jr. fue aprobado en primera instancia por el Comité de Finanzas del Senado para convertirse en el titular de la mayor cartera sanitaria de Estados Unidos.

Tras el desarrollo de la votación inicial en la que fue aprobado 14-13 gracias a la mayoría republicana, el cuestionado excandidato presidencial que ha sido señalado por su postura antivacunas y la difusión de información falsa, que incluso ha sido desmentida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue confirmado en esta primera etapa este 4 de febrero para el cargo al que fue nominado por el presidente Donald Trump.

A través de su perfil oficial en la red social X, Kennedy Jr. agradeció a quienes le han expresado su respaldo por el primer paso en lo que sería la confirmación en el rol que demandará el dominio de la cartera de salud pública luego del desarrollo de una sesión previa, justamente en el Consejo del Senado, en la que aseguró no ser antivacunas el pasado 29 de enero

Desde el primer momento, su nominación para el cargo por parte del líder republicano y entrante mandatario estadounidense generó polémica por cuenta de la serie de publicaciones de Kennedy Jr. que han sido calificadas por expertos como difusoras de hipótesis médicas carentes de sustento científico. 

Con la aprobación recibida por parte del Comité de Finanzas del Senado, Kennedy Jr. allana el camino para que sea entonces el pleno del Senado el que vote y lo confirme al mando del Departamento de Salud y Servicios Humanos si logra conseguir el respaldo de al menos 50 senadores. 

¿Qué implicaciones tiene el manejo del Departamento de Salud?

De llegar al mando de la instancia clave en materia de salud en Estados Unidos, Kennedy Jr. Asumirá como jefe del Departamento de Salud y Servicios Humanos, una posición en la que tendrá en sus manos la responsabilidad de supervisar el manejo del presupuesto nacional en gastos de atención médica, además de coordinar las acciones de gestión de las diversas agencias de salud pública del país, tales como la Administración de Alimentos y Medicamentos, así como la entidad que regula el funcionamiento tanto del Medicare como del Medicaid, programas que cobijan a al menos 140 millones de ciudadanos estadounidenses.

Con Reuters, EFE y medios locales