El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aterrizó el pasado 22 de septiembre en territorio estadounidense para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York y presentarse de nuevo en la Casa Blanca para presentarle a su homólogo estadounidense, Joe Biden, su "plan para la victoria". Zelenski busca impulsar un proceso de paz para la guerra que toca su país. Por su parte, el Kremlin se mostró abierto a "estudiar" el planteamiento de Kiev, mientras las hostilidades continúan en ambos frentes del conflicto armado.

Zelenski regresa a Estados Unidos para insistir en el aumento de ayuda militar y presentar su "plan para la victoria". En un mensaje grabado en el avión en que viajaba a territorio estadounidense, el presidente de Ucrania detalló las paradas que haría durante su visita. El presidente informó que se reunirá con su homólogo Joe Biden en la Casa Blanca y también con sus posibles sucesores, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, para presentar su iniciativa que podría poner punto final a la guerra.

Armas para defender nuestra independencia y a nuestra gente. Diplomacia para consolidar a los socios y forzar a Rusia a la paz. Y justicia para que se le hagan rendir cuentas a Rusia por esta guerra y para que sufra sus consecuencias, mencionó Zelenski. El mandatario añadió que los detalles del plan —que aún no han sido revelados ante el público— también serán dialogados con otros líderes internacionales durante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Moscú reaccionó rápidamente al anuncio de Zelenski y sus planes para compartir con el mundo su plan de paz —que, según Kiev, podrá incluir a Moscú en las negociaciones si se basa en el plan de presidente ucraniano—. En una rueda de prensa, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que, aunque desde Moscú se "toman con cautela" la información que se ha publicado hasta el momento sobre las ambiciones ucranianas para llegar a la paz, el Gobierno de Vladimir Putin está abierto a "estudiar" profundamente la propuesta cuando sea presentada oficialmente.

"Cuando haya alguna información por medios oficiales, nosotros, por supuesto, la estudiaremos con detenimiento", sostuvo Peskov, aunque agregó que, hasta el momento, los detalles que han ido apareciendo extraoficialmente son "contradictorios".

El Kremlin ha sostenido un discurso ambiguo en torno al posible futuro pacífico de Ucrania basado en una propuesta de Zelenski. El pasado 21 de septiembre, la portavoz del ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, descartó en su totalidad la posibilidad de que representantes de Moscú participen en un proceso de paz que gire alrededor del plan de Kiev. Sin embargo, su país no se niega a "una solución político-diplomática de la crisis", que estaría basada en las propuestas de Putin.

Entre tanto, el mandatario ucraniano inició su gira por Estados Unidos en una visita a una fábrica de munición en Scranton, Pensilvania, que produce casquillos de artillería de 155 milímetros. Unos que utilizan las fuerzas ucranianas en el frente de guerra para repeler a las tropas de Moscú. La visita de Zelenski podría extenderse durante una semana, según información de su Gobierno.

Tres civiles fallecidos en Belgorod, mientras el este ucraniano sufre los estragos del empuje ruso

El intercambio de ataques entre las fuerzas rusas y ucranianas continúa en paralelo con los esfuerzos políticos y diplomáticos. Actualmente, la lucha se intensifica dentro de territorio ruso. De hecho, el gobernador de la región de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, confirmó que tres civiles, entre ellos un niño, murieron por el impacto de un bombardeo ucraniano en la zona.

"El niño, con heridas provocadas por la explosión y el impacto de esquirlas, fue trasladado ahora al hospital clínico pediátrico regional. El hombre con una herida en el tórax y la cadera fue trasladado por una ambulancia al hospital regional clínico", señaló el funcionario a través de su canal en Telegram.

Belgorod es una región rusa fronteriza con Ucrania que ha estado bajo asedio desde que el Ejército de Kiev lanzó sus primeras incursiones dentro de Rusia. Desde entonces, ha sido objetivo de múltiples bombardeos y ataques con drones. Según datos publicados en julio, más de 200 personas han muerto dentro de la región, además de otras 1.100 que han resultado heridos en los ataques.

Al mismo tiempo, las autoridades ucranianas informaron sobre el despliegue de más de 80 drones y dos misiles rusos en contra de regiones comprometidas como Sloviansk, Pokrovsk y Zaporizhia. La última de estas fue la más afectada. Allí, los ataques rusos impactaron infraestructura civil y dejaron alrededor de 21 heridos en el terreno.

El Ejército ruso apunta hacia el este industrial de Ucrania para capturar zonas estratégicas como Pokrovsk, una de las puertas al Donbass más codiciadas por Moscú y donde los enfrentamientos se han recrudecido en los últimos seis meses de conflicto por su localización privilegiada y su funcionamiento como nodo de comunicaciones ferroviarias en el país.

Con EFE, Reuters y medios locales